Calidad y diseño para exportar

Las fábricas quieren sacarles el jugo a las inversiones de los 90, aprovechando la mejora en el tipo de cambio

Los objetivos del sector autopartista para los próximos años pasan por aumentar la integración de componentes nacionales en el producto terminado local, desarrollar capacidades distintivas como diseño y calidad, lograr escala y especializarse para mejorar la competitividad y aumentar las exportaciones, asegura un análisis presentado en el encuentro federal de industriales de la Región Centro.

El estudio también plantea que se debe precisar la definición de la industria terminal local. Además considera al sector como estratégico en las negociaciones comerciales del país (Mercosur, Alca), por lo cual sugiere fomentar el desarrollo de capacidades técnicas, mejorar aspectos impositivos y de control y fortalecer la integración de la cadena de valor automotriz.

Las fortalezas del sector pasan por las grandes inversiones ya realizadas durante los 90, la mano de obra competitiva y especializada, aunque escasa, el alto nivel de relación entre fabricantes de autopartes y terminales, y la buena calidad de producto.

En cuanto a las debilidades de la industria autopartista se anotan: falta de escala del mercado interno, sobrecapacidad instalada en la región, falta de estrategia para el sector, robo y desguace de autos en aumento, falta de crédito para pymes y consumidores finales, difícil acceso de autopartes argentinas al mercado brasileño e inadecuado abastecimiento de los nuevos aceros especiales.

Las oportunidades que se le presentan al sector son: posibilidad de obtener plataformas exclusivas para Argentina, tipo de cambio favorable a la sustitución de importaciones y exportaciones, capacidad ociosa en la industria que reduce inversiones necesarias, tendencia a liberalizar el comercio mundial que podría aumentar escala y especialización y lograr hacer el diseño en la Argentina.

No obstante, los autopartistas se ven amenazados por los subsidios estaduales en Brasil para la instalación de terminales y autopartistas, la desactualización tecnológica que puede dejar obsoleta las inversiones realizadas, la liberalización del comercio que si no se negocia fuertemente puede terminar con la industria automotriz argentina por falta de escala y el fomento brasileño a las exportaciones que compiten en terceros países con autopartes argentinas.