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 sábado, 06 de diciembre de 2003

Prueba crucial para Putin

Friedemann Kohler

Moscú. - El atentado perpetrado ayer en Rusia con decenas de muertos no modifica los pronósticos de triunfo para el presidente ruso, Vladimir Putin, y su partido en las elecciones parlamentarias de mañana. La orden dada al partido del Kremlin, Rusia Unida, es clara: vencer a los comunistas en las urnas y formar la mayoría en la Duma. Una elección parlamentaria exitosa a los ojos del Kremlin es considerada un test para una reelección sin problemas de Putin en marzo de 2004.

Con el atentado, la guerra en el norte del Cáucaso hizo acto de presencia de forma sangrienta. Sin embargo, el enojo de los electores rusos por el baño de sangre de ayer podría terminar beneficiando a Putin y a su partido.

Desde 1992, la política rusa recorrió un largo camino, desde sus inicios anárquicos, que convirtieron la "democratiya" en un insulto para muchos rusos, hasta la "democracia dirigida" de Putin. De un proceso electoral democrático sólo quedó la fachada. Sin embargo, las alteraciones burdas de resultados electorales, que costaron el cargo al presidente de Georgia, Eduard Shevardnadze, ya no son necesarias en Rusia. La manipulación, según los expertos, se realizó antes.

Una legislación al parecer equilibrada puso a todos los partidos durante la campaña un chaleco de fuerza del que sólo se pudo librar impunemente Rusia Unida. Los candidatos más importantes, como Boris Gryslov, aparecían constantemente en la televisión controlada estatalmente. Los comunistas, como mayor partido opositor, eran fuertemente atacados.

Para imponer las reformas económicas, como lo espera Occidente, el Kremlin necesita una mayoría parlamentaria confiable. Pero el avance de los agentes de los servicios secretos y los militares bajo Putin también alcanzará a la Duma.

Según la socióloga Olga Kryshtanosvskaya, desde 2000, uno de cada tres puestos de alto rango fue ocupado por un llamado "siloviki" (persona del entorno de Putin perteneciente a los órganos de seguridad). Actualmente compiten unos 200 generales de distintas autoridades de seguridad por los escaños del Parlamento, según un trabajador de la Duma.

Compiten por ingresar en la Duma en un número hasta ahora insólito varios empresarios. El estatus de representantes debe brindarles respaldo político para sus empresas y la posibilidad de influir en leyes sobre impuestos y finanzas. El 20% de los diputados de la próxima Duma probablemente serán hombres de negocios y otro 40% lobbystas informales.(DPA)

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