| sábado, 06 de diciembre de 2003 | Chicha Chicha conoce mejor que nadie cada uno de los recovecos de la antigua alcaidía. Transita por las escaleras gastadas, por las celdas que hasta ayer tenían presos y por las que están vacías desde hace décadas. La vieja perra negra y renga tendrá que buscar otra casa para vivir. enviar nota por e-mail | | |