| miércoles, 03 de diciembre de 2003 | La manzana de Adán La viceministra de Trabajo confía en la honestidad de sus inspectores, al punto de decir que las quejas son siempre por exceso de celo en los controles y no por corrupción. Aun así, no puso las manos al fuego. "Estamos hablando de hombres", dijo, que "pueden ser tentados". enviar nota por e-mail | | |