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 miércoles, 03 de diciembre de 2003

La viceministra de Trabajo nacional promete combatir el empleo en negro
Noemí Rial: "El costo laboral ya bajó, ahora hay que blanquear a los trabajadores"
Disertó en Rosario. Confía en la región como un reservorio industrial capaz de generar más ocupación

Silvina Dezorzi / La Capital

La secretaria y virtual viceministra de Trabajo de la Nación, Noemí Rial, vino ayer a Rosario para integrar un panel sobre la actualidad laboral y las perspectivas del 2004. Un tema del que nadie puede sentirse ajeno y sobre el que también dialogó con La Capital. "Por efecto del proceso inflacionario, en Argentina el costo laboral ya bajó: ahora hay que blanquear a los trabajadores", disparó Rial. Se trata de una de las batallas que promete dar el gobierno nacional, para lo que deberá revertir una "mala costumbre" empresaria: la de bajar los gastos productivos a costa del eslabón más débil, el propio trabajador.

-Cuando el desempleo a nivel nacional sube, Rosario muestra los peores índices; si baja, en Rosario suele bajar más. Y la región casi duplica la media nacional de crecimiento del empleo. ¿Por qué es una economía tan sensible en esos indicadores?

-Porque es una zona vastamente industrial. Frente a casi una década de hegemonía de los servicios, ahora la actividad manufacturera y básicamente metalúrgica empieza a tener mayor poder de creación de empleo. Ustedes tuvieron un restablecimiento y una recuperación de la actividad importante en estos últimos tiempos porque son un reservorio industrial, lo que hoy impacta mucho más rápidamente en creación de empleo.

-Y ahora, una visión menos optimista. Rosario también tiene uno de los peores índices de empleo en negro y un salario medio por abajo de la media nacional.

-Son cosas directamente vinculadas. Cuando al promedio del salario industrial se le incorpora el trabajo no registrado, baja notoriamente. El empleo registrado está en 834 pesos, pero al sumarle el negro cae a un promedio de 600.

-¿Están dando batalla al empleo en negro, como prometieron?

-A nivel nacional tenemos el 30,7 por ciento de empleo en negro, pero varía según las regiones y hay mayores índices en áreas urbanas que en suburbanas. Sobre un total de 31 mil trabajadores en 10 mil establecimientos fabriles del país, hay 30,7 por ciento de trabajo en negro.

-¿Tiene datos de Rosario?

-No, Santa Fe relevó 300 empresas y 1.200 trabajadores, un porcentaje aún muy bajo para proyectarlo. Y Rosario tuvo 637 trabajadores relevados, en unas 110 empresas, lo que nos impide sacar una estimación general. Ahora, los datos de las provincias en el Consejo Federal de Trabajo dan cerca del 41 por ciento.

-Rosario tiene más: el 47,2. Después de anunciar un ejército de inspectores de la Nación para reforzar los controles provinciales, al menos a Rosario aún no llegaron. ¿Piensan venir?

-Por supuesto. Trabajamos con el Consejo Federal del Trabajo, cuyo titular es Oscar Ercoli, también secretario del área en Santa Fe, para que todas las provincias firmaran convenios bilaterales porque la competencia en esa área está justamente en manos de las provincias. Y esto no es un descargo, pero muchas nos pidieron que esperáramos el fin de los procesos electorales. Por eso hubo una impasse durante octubre y noviembre, pero ahora vamos a instar a que se terminen de firmar esos acuerdos. Si no, con o sin ellas, vamos a salir a inspeccionar.

-En las inspecciones, ¿se topan con resistencia por parte de los propios empleados por temor a que si los inscriben les baje el sueldo o porque están cobrando un plan para jefes de hogar y si los registran podrían perderlo?

-El principal temor es a perder el trabajo. Por eso la campaña no apunta a requerir que el empleado denuncie si está en negro. Pero existe, en efecto, una franja de trabajadores que reciben el plan jefas y jefes, aunque hayan firmado una declaración jurada de que no tenían otros ingresos. Eso hace que ellos mismos, a veces incentivados por los propios empresarios, no hagan la denuncia. Para evitar ese problema, en estos días el ministro presentará una resolución que permitirá suspender el beneficio al trabajador que esté percibiendo un plan y a la vez tenga o consiga un trabajo, sin ser sancionado. Y si tiene la desgracia de perderlo, automáticamente reingresará al plan.

-¿Y a qué factores principales atribuye el empleo en negro en Argentina?

-Diría que ha tenido que ver con el crecimiento desmesurado en esta última década de toda una economía en negro que lo sustenta. O sea, una mala costumbre empresaria de creer que el costo laboral gravita esencialmente en el costo unitario del producto, lo que lleva a no pagar las cargas o disminuirlas a través de un parcial salario en blanco, creyendo que se consiguen beneficios competitivos. Por eso, con la Afip no salimos a sancionar, sino sobre todo a detectar el trabajo en negro y a asesorar. Hay empleadores que a lo mejor tienen 3 ó 4 trabajadores en negro y no saben que por ahí un accidente laboral es muchísimo más caro que tener a sus empleados toda la vida inscriptos.

-Y en las pequeñas empresas, ¿contemplan blanqueos progresivos según les aumente la productividad? Porque muchos invocan temor a que cambien las reglas económicas y después deban afrontar indemnizaciones impagables.

-Intentamos facilitar su ingreso al mercado competitivo o a nuevos mercados por distintas vías. Pero por efecto del proceso inflacionario, hoy en Argentina el costo laboral ya bajó: es insignificante respecto del costo del producto, y es tiempo de blanquear a los trabajadores. Mire: en una pyme el empleador tiene un año de período de prueba para prescindir de su trabajador pagando sólo sueldo, aguinaldo y vacaciones. Y los trabajadores que ingresaron a partir del 1º de enero de 2003 tampoco tienen indemnizaciones. Además, la ley de 1998 licuó la indemnización en una doceava parte del salario por mes. Así que los empresarios no pueden hablar más de cuantiosas indemnizaciones: España paga promedio 42 veces el salario. La diferencia es sideral, por desgracia, porque significa la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores.

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"Las elecciones demoraron las inspecciones".

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