| domingo, 30 de noviembre de 2003 | Producción. La reactivación del sector se ve amenazada por el ingreso de mercadería importada y las dificultades para abastecerse de materia prima La industria textil busca consolidar su crecimiento Los empresarios piden reglas claras para animarse a invertir en tecnología. Quieren explotar al máximo sus capacidades Patricia Martini / La Capital Las empresas que desarrollaron su actividad gracias a la sustitución de importaciones que explotó el año pasado aún continúan por el camino del crecimiento. Pero existe una pregunta que resuena en más de un empresario: ¿la reactivación se sostendrá en el tiempo? A pesar de que los textiles quieren dilucidar esta incógnita, hasta el momento la respuesta es todo un misterio.
La industria textil es uno de los sectores que se muestran inquietos por esta encrucijada, sobre todo porque si los pronósticos fueran favorables se arriesgaría a invertir para aumentar al máximo su capacidad productiva, ya que la demanda apunta a un mayor consumo. En cambio, ante la incertidumbre de no saber cuál será el futuro económico del país la opción elegida es trabajar con la infraestructura actual, con la cual se está al límite y se responde justo a lo solicitado.
Además con un dólar que toca los tres pesos, Brasil, en primer lugar pero también el resto del mundo, vuelven a jugar en el mercado local y los textiles comienzan a mirar con cierto temor el ingreso de mercadería de los países vecinos. Los empresarios no quieren que bajo ninguna circunstancia se repita el escenario de los 90 donde la industria llegó a su mínima expresión debido a la abrupta competencia que ejercía la mercadería importada.
Según el Centro de Estudios para la Producción, dependiente de la Secretaría de la Industria, la importación de fibras e hilados de algodón durante los primeros nueve meses del año en el 2001 representaba 4,3 millones de dólares, mientras que en el 2002 llegó a 1,2 millón y en el 2003 a 18,5 millones de dólares. Los tejidos de algodón se posicionaron en 46,5 millones de dólares, 9,6 y 57,5 respectivamente. En tanto, la fibra e hilados manufacturados quedaron en 22,7 millones de dólares para el 2001, 19,1 para el 2002 y 36 para el 2003. Es decir que las importaciones textiles de los primeros nueve meses del año superaron a las registradas en el 2001.
Falta de materia prima La escasez de materia prima se está haciendo sentir cada vez más y la demora en las entregas llega a ser "exageradamente" larga. Los problemas climáticos en Argentina y en todo el mundo, hacen prever que en la próxima campaña de algodón no se cumplan los pronósticos de aumento de superficie sembrada y se reduzca la cosecha.
Los registros indican que la demanda aumenta cada año más pero la producción no recorre el mismo camino. La tendencia mundial apunta a que el consumo aumenta pero la producción no.
A partir de este escenario, el resurgimiento de la industria textil nacional se tradujo en un aumento de la demanda de fibra de algodón. Los datos demuestran que en Argentina la producción local no alcanza y se tiene que importar. La última campaña del preciado copo blanco logró 64 mil toneladas de fibra pero la industria necesitó 125 mil.
Debido a esta problemática algunos proveedores ya anticiparon a sus clientes que en diciembre el costo de la materia prima aumentará. Hasta el momento se sabe que la suba podría rondar un 7 por ciento.
Por otra parte, la falta de mayores plazos para el pago a proveedores se presenta como otra de las dificultades para lograr una mayor productividad. Los textiles reclaman que la compra de insumos no sea sólo por medio del contado anticipado o con plazos de 15 o 20 días. El sector argumenta que recién después de 40 días la inversión vuelve a sus cajas. Este tiempo es el promedio entre confección, costura, venta y pago de los clientes. Estos últimos sí cuentan con plazos para abonar su compra.
En esa misma línea se manifestaron algunos empresarios que ante la falta de crédito o la dificultad para acceder a ellos tropiezan con la imposibilidad de tecnificar sus taller. Hasta la reparación de la maquinaria se presenta como una traba, por eso sostienen que la reactivación de la industria es notable pero "está agarrada con pinzas".
Mano de obra especializada Otra arista a considerar es la falta de mano de obra especializada, porque con el cierre de muchos talleres en los 90 se perdió el oficio. Ante la inminente necesidad de personal capacitado los textiles se encontraron con que ya no había en el mercado suficiente cantidad de trabajadores para la industria textil.
Desde las organizaciones empresarias se están trabajando para formar talleres escuelas que capaciten a los trabajadores en las diferentes etapas de producción de la industria textil. Elías Soso, titular de la Asociación Empresaria de Rosario, anticipó que junto a la Secretaría Pyme de la Nación se está armando un proyecto sobre este tema. El dirigente remarcó que el rol del Estado es fundamental en este proceso.
Asimismo, desde la Agencia de Desarrollo Región Rosario (Aderr) anunciaron que pronto se lanzarán cursos de capacitación para la industria textil. Hasta el momento se está trabajando en el especialización de la mano de obra de la industria del calzado pero en una segunda etapa se prevé ampliarlo al rubro textil. Por otra parte, la Aderr también precisó que continúan en marcha los proyectos de asociativismo para exportar o comprar materia prima.
A nivel nacional, desde la Fundación Pro-Tejer, que encabeza Aldo Karagozian, se le pidió al gobierno que subsidie en el corto plazo los aportes patronales de las empresas a través de los planes de Jefes de Hogar. Estos importes luego serían recuperados por Hacienda con la posterior restitución de las cargas sobre el supuesto empleo genuino.
Los textiles argumentan que al disminuir las cargas patronales de los empresarios se generarán nuevos puestos de trabajo para favorecer el blanqueo del empleo informal, que es bastante alto en el sector.
Asimismo la fundación Pro-Tejer elaboró un plan nacional de generación de empleo a través de la reconversión de la agro-industria textil. Este programa, que cuenta con el aval del equipo que conduce Roberto Lavagna, propone la creación de 450 mil nuevos puestos de trabajo en el sector en los próximos cinco años.
Los pronósticos Rubén Ponce, titular de Bariloche, asegura que con la reactivación que vivió el país en el último tiempo se logró levantar a fábricas que estaban totalmente destruidas. Por eso, y sobre todo en el área de construcción, se comenzó a emplear más mano de obra y se empezó a necesitar más ropa de trabajo. Como Bariloche se dedica a este sector el incremento en las ventas fue notable.
Para el empresario la consolidación de esta tendencia de crecimiento "depende de la economía del país" y no de las empresas. "Si mañana se acuerda el Alca y entran prendas estadounidenses no se qué va a pasar", indicó Ponce.
Bajo estos mismos parámetros se posiciona Sonder. Silvana Dal Lago, responsable de la empresa, aseguró que es difícil invertir porque no se sabe hasta cuando va a durar la estabilidad. La fábrica de ropa deportiva se vio beneficiada porque tras la devaluación las principales marcas del sector perdieron sus representantes en el país y así lograron consolidarse en las casas de deportes de todo el país.
Aunque rescata que el contrato de personal por tiempo determinado les ayudó a aumentar la producción sin tener que hacerse cargo del personal si baja la actividad, Dal Lago remarcó que la escasez de mano de obra especializada es un problema. Frente a esta situación la empresa tomó la decisión de capacitar a los trabajadores, aunque observa que la cultura del trabajo está desarraigada del común de las personas.
En cuanto a las exportaciones, la mayoría de las empresas no se volcaron a los mercados internacionales. Sin embargo, Nasa abrió el juego y destina parte de su producción al exterior. Javier Joison, gerente general de la firma, explicó que esto ocurre porque el mercado está dando oportunidades.
No obstante, destacó que el déficit de telas o hilados dificulta cumplir con la demanda. "No tenemos la misma facilidad que cuando traíamos la materia prima de afuera", remarcó el empresario. Por otra parte, Joison señaló que la reactivación del sector es importante porque genera consumo, uno de los puntos más queridos por el gobierno nacional. enviar nota por e-mail | | Fotos | | La industria textil creció luego de la devaluación | | |