El gobierno no responderá a la violencia de los piqueteros

Alberto Fernández señaló que las organizaciones "duras" buscan la reacción represiva de la Casa Rosada

El mismo día en que casi ardió Neuquén, el gobierno nacional advirtió que no va a "reaccionar" ante los posibles hechos de violencia que podría generar el ala dura del movimiento de desocupados, mientras que sectores piqueteros encabezados por Raúl Castells volvieron a cortar las principales arterias del centro porteño.

Fue el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, quien subrayó que los llamados piqueteros duros "necesitan la reacción represiva del gobierno" y descartó un "enrarecimiento" del clima social frente a las movilizaciones ya previstas por los desocupados para los próximos 19 y 20 de diciembre, cuando se cumpla un nuevo aniversario de la caída del ex presidente radical Fernando de la Rúa.

Fernández se refirió también a los graves incidentes registrados en la sede salteña de la compañía Tecpetrol, a los que definió como "aborrecibles", y sostuvo que son "prácticas de estos sectores muy radicalizados que necesitan de mayor tensión del gobierno para justificar su presencia".

El funcionario sostuvo que el gobierno no buscará la alternativa represiva ya que el objetivo es evitar que en el marco de un reclamo "legítimo" paguen "justos por pecadores".

Asimismo, consideró que "la sociedad también se enoja con el gobierno si el gobierno reacciona y termina lastimando a alguien indebidamente. Es el día de hoy que la sociedad lamenta la muerte de (Maximiliano) Kosteki y (Darío) Santillán, y que a veces, cuando uno reacciona frente a acciones y actitudes como las que estamos hablando, termina pagando gente que por ahí no tiene que pagarlo".

Distintos sectores piqueteros realizaron ayer una concentración frente al Ministerio de Trabajo, mientras que también hubo una movilización por avenida Corrientes, a la altura del Obelisco.

Los manifestantes, encabezados por el dirigente del Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados (Mijd), Raúl Castells, confluyeron en Plaza de Mayo para reclamar la creación de trabajo genuino.

En tanto, en un nuevo capítulo de la fuerte interna entre las agrupaciones piqueteras duras y dialoguistas, el líder de la Corriente Clasista y Combativa (CCC), Juan Carlos Alderete, volvió a descalificar a Castells, a quien acusó de mostrarse opositor por un lado y, por el otro, negociar con el gobierno.


Interna rabiosa
"Que no se hagan los duros, que no son tan duros; yo los encuentro a todos ellos en los pasillos del Ministerio de Salud, de Trabajo, de Desarrollo Social", dijo Alderete en alusión a las negociaciones que el Mijd mantiene con el gobierno.

Como respuesta, a esta y otras acusaciones que ya había vertido en los últimos días, Castells sostuvo que Luis D'Elía y Alderete forman parte de una "manifestación histérica, porque han quedado en minoría frente a los opositores, que nos transformamos en el sector más movilizador de la Argentina".

En rigor, las diferencias internas entre las distintas organizaciones piqueteras salieron a la luz cuando D'Elía declaró públicamente su simpatía por el gobierno de Néstor Kirchner e, incluso, aseguró que su sector "defendería" el gobierno "a tiros", si fuera necesario.

Las declaraciones del líder de la FTV provocaron la reacción de los sectores duros del movimiento piquetero, quienes acusaron a las organizaciones de D'Elía y Alderete de "haberse vendido" a la administración de Kirchner.

La polémica volvió a desatarse el mismo día en que Neuquén se convirtió en territorio de batalla entre policías y piqueteros. La jornada culminó con saqueos en algunos comercios de la capital provincial.

Vecinos de Neuquén pidieron tranquilidad.