En Venezuela "ahora hay que actuar en equipo para sacar a Chávez"

El periodista de Caracas Rafael Osío advierte que a su país lo espera "una larga y dolorosa reconstrucción"

Pablo Díaz de Brito / La Capital

Cuando en Venezuela ya se sabía que el "firmazo" del oficialismo seguramente había logrado superar el número de apoyos para pedir la revocación del mandato de 37 diputados opositores, La Capital entrevistó al periodista Rafael Osío, columnista del diario El Nacional de Caracas. Para el experimentado comunicador, "en este momento lo importante es actuar en equipo para sacar a Chávez. Luego será época electoral y una cosa es tan cierta como obvia: la gente no se va a dejar convencer fácilmente por ninguno. A Venezuela le espera un futuro convulso y una larga y dolorosa reconstrucción".

Osío destaca, ante todo, el sorprendente cambio de ambiente de estos días: "Cunde cierto desconcierto porque, al término de la última jornada de recolección de firmas por parte del chavismo, el país ha visto sorprendido cómo los medios electrónicos se portaron de modo ejemplar, dando una enorme cobertura, sin que nadie se los impidiera, y por otro lado por la actitud del chavismo, que hizo su operativo en santa paz. Como no ocurría en años, el mismo Chávez hizo declaraciones a los medios sin meterse con ellos. Hay un clima de mutuo respeto que es muy extraño. Todos estamos preguntándonos qué pasará el próximo fin de semana, cuando arranque el "firmazo" antichavista. Se espera un contraste muy grande: frente al discretísimo acto chavista, el de la oposición arrancará con bombos y platillos, con grandes masas en la calle. Y es posible que el chavismo radical se dedique a provocar a sus enemigos para que desaten disturbios. De ese modo, el gobierno podrá acusar a la oposición de no ser tan cívica como él y suspender la jornada. Pero no está nada claro hacia dónde va a jugar Chávez".

-El Consejo Nacional Electoral (CNE) ha tomado decisiones perjudiciales para la oposición, como la de no permitir el voto en el exterior. ¿Cuál es el grado de fiabilidad de este organismo?

-Como está dirigido por tres chavistas y dos opositores es imposible verlo como un organismo único. Sus miembros, sobre todo el chavista Jorge Rodríguez, hablan demasiado para ser rectores electorales. El CNE ha cumplido con sus tareas, pero con retraso, para perjuicio, casi siempre, de la oposición. No puede decirse que sea objeto de la confianza ciega de nadie, de ningún bando. Pero su primera prueba de envergadura se inicia ahora, sobre todo deberá pronunciarse sobre el verdadero meollo del asunto: el referéndum revocatorio al presidente. La hora de la verdad se acerca para el CNE.

-Chávez amenazó explícitamente a los que firmen en su contra ("dejarán las huellas dactilares de su traición"). ¿Hay riesgo de que el firmazo opositor fracase por temor?

- Sí, ese riesgo existe, pero también la posibilidad de que el miedo amaine mucho el primer día del "firmazo" de la oposición, si se logra lo que se quiere: grandes masas firmando en la calle, en un clima de inocultable rebeldía masiva y mayoritaria. Chávez dejaría así de ser visto como el ganador y mucha gente se atrevería a firmar contra él. De todos modos, algunos nunca se atreverán.

-Hace poco se votó la ampliación del número de jueces de la Corte Suprema, algo que preludia una "mayoría automática" oficialista. ¿Sería la Corte ampliada la última instancia para "esterilizar" un resultado adverso en el referéndum?

-Es posible. Pero se dice que lo que más espera Chávez del Tribunal Supremo ampliado con la nueva ley (que aún no han logrado aprobar del todo en la Asamblea Nacional), es que lo proteja de los juicios que se le vendrán encima una vez sea despojado del poder. A esa eventualidad concurre la variable de la percepción de Chávez como ganador: si pierde esa condición ventajosa, muy pocos magistrados, así hayan sido colocados en el Tribunal por él, lo defenderán contra las mayorías y las presiones internacionales. No creo que muchos se jueguen el pellejo por un Chávez derrotado.

-La oposición se ve desde aquí muy fraccionada (el Bloque Democrático y la Coordinadora Democrática) y sin liderazgo claro. Algo inexplicable cuando se nutre de universitarios, gremialistas y empresarios, entre otros sectores sociales.

-El Bloque Democrático (una escisión radicalizada de la Coordinadora, ndr) no tiene ninguna importancia. Los radicalismos han sido aislados, y los empresarios se retiraron. La oposición ha vuelto a ser dominada por los partidos, sobre todo los cuatro principales (Acción Democrática, Primero Justicia, Proyecto Venezuela y Copei), y por algunas individualidades con mucha experiencia política, más la Gente del Petróleo (el sindicato de la estatal PDVSA). Los políticos han vuelto al ruedo, pero obviamente no ha pasado tiempo suficiente para que la gente se olvide de por qué dejó de creer en ellos. Es verdad, no hay un líder preponderante, aunque destacan el gobernador Enrique Mendoza, el ex gobernador Henrique Salas Romer y el joven diputado Julio Borges. Mi opinión es que ya se crearán las condiciones en las que un líder será necesario; ahora lo importante es actuar en equipo para sacar a Chávez. Luego será época electoral y allí, que gane el mejor. Una cosa es tan cierta como obvia: la gente no se va a dejar convencer fácilmente por ninguno. A Venezuela le espera un futuro convulso y una larga y dolorosa reconstrucción.

El canciller de Chávez estampa su huella.