 | lunes, 24 de noviembre de 2003 | Estrategias contra la globalización Daniel Oberti entreteje delicados recortes de etiquetas urdiendo un juego entre lo revelado y lo oculto Carlos Esquivel El proceso de la creación artística no es más que la transformación de lo no manifiesto, lo desconocido e invisible en lo manifiesto, lo conocido y lo visible. El mundo es para quien quiera descubrirlo y él esta ahí, recorriendo las calles e indagando cada recoveco de la ciudad, con un único objetivo: hurgar en los contenedores de residuos de donde surgirá el "objeto de su obsesión", los recipientes vacíos de gaseosas.
Las latitas y etiquetas son cuidadosamente seleccionadas y sirven comomateria prima para una producción artística coyuntural. Productos residuales que la urbe, en su vital existencia, diariamente consume y desecha; paradigma de la sociedad urbana, que el artista interpreta y reconstruye señalando aquello que todavía no se ha revelado, instaurando el misterio entre presencias y ausencias.
Daniel Oberti, joven artista rosarino de la última generación, expone en la Biblioteca Argentina una muestra singular y reveladora de sentidos. Cada "objeto" adquiere mayor relevancia en el conjunto y es coherente con la línea de trabajo ya conocida. En los últimos tiempos su estética se fue imponiendo en salones y museos, consiguiendo reconocimiento con varias menciones.
La muestra posibilita múltiples recorridos, los íconos se presentan a la vista -son siluetas que reconocemos-, en el "paso" los toros se multiplican, se desplazan y expanden mediante esquemas secuenciales y otros, en un acto casi ritual y lúdico se esconden hasta desaparecer debajo de su análogo.
Esta diversidad formal dialoga con el espacio contenedor de la pared manteniendo su identidad; cada unidad es un perfecto ensamble de orfebrería y sus formas metalizadas varían desde los verdosos a los tierras dorados.
Una larga tira trenzada Como continuidad visual, con otros recursos técnicos, una larga tira trenzada de extiende ampliamente en el panel y se traslada, para convertirse en instalación, adornando y envolviendo a columnas excéntricas al salón. Su aspecto ornamental entreteje finos y delicados recortes de "etiquetas" de variados colores, urdiendo un juego dialógico de lo revelado y lo oculto, de la quietud y el movimiento, entre el proceso de observación y observado, oculto mundo de sueños y realidad. ¿Qué se revela ante el canon de lo globalizado y hegemónico? "Cuchillos en ligas", una chance que propone su autor. enviar nota por e-mail | | Fotos | | "Tejidos" del artista en la Biblioteca Argentina. | | |