| domingo, 23 de noviembre de 2003 | Una final que generó muchas sensaciones encontradas Los verdinegros combinaron la tristeza con la satisfacción por lo realizado Los ojos llenos de lágrimas en la mayoría de los jugadores de Duendes no hicieron otra cosa que descargar la impotencia de haber estado tan cerca y de no haber podido coronar su sueño. Sin embargo, todos tenían la tranquilidad de haber hecho las cosas lo mejor posible, de haber dado todo y eso, en cierto sentido, equilibró la balanza.
Agustín Bianchi casi no podía hablar. Como a sus compañeros lo ahogó esa extraña sensación de dualidad. "Tengo una enorme tristeza", dijo el joven wing autor de dos tries al comenzar la charla.
"Llegamos acá con un objetivo, que era ganar. Conocíamos el ritmo de ellos y sabíamos lo que se nos venía y no lo supimos resolver en el primer tiempo. En el segundo quedó demostrado que sí se podía. Es increíble, lo levantamos cuando todos estábamos muertos físicamente. Se podía y no nos dimos cuenta de hacerlo desde el principio", confió el back verdinegro.
Sin perder de vista lo que se jugaba pero viviendo a pleno el momento, Camilo Boffelli no dejó dudas en su conclusión: "Esta final la viví disfrutándola al máximo, como una buena final. A los chicos en el vestuario les dije que teníamos que ganar o morir intentando y creo que se cumplió. Tuvimos un primer tiempo adverso donde no le pudimos encontrar la vuelta a la defensa de Hindú, nos sorprendió con un ruck muy violento y recuperando muchas pelotas nuestras, no nos pudimos acomodar y encima se encontraron con dos tries que se los regalamos por errores nuestros".
"Estuvimos veinte puntos abajo y con cuarenta minutos para recuperarnos y salvar el honor. Creo que el equipo murió con la frente alta, atacando y quizás con un poquito más quizás se nos daba. No obstante cerramos un año brillante", continuó el segunda línea verdinegro.
"Con lo que hizo el equipo en el segundo tiempo, se me olvidó lo que pasó en el primero. No me voy a olvidar nunca de que un equipo que estaba muerto de cansancio y que fue sometido en el primer tiempo, fue a buscar con el corazón y con mucho orgullo algo que parecía increíble y estuvimos muy cerca. Yo me quedo con eso, con la actitud del equipo. Las derrotas así no duelen, te dan tristeza pero te enorgullecen enormemente", concluyó el forward camino al vestuario. enviar nota por e-mail | | |