García Caboara, un mexicano en Tablada

El Pájaro Hernández tuvo un fugaz paso por Boca. García Aspe uno mucho menor en River. Dos grandes jugadores mexicanos, reconocidos, no pudieron hacer pie en el fútbol argentino. ¿Lo logrará Mario Humberto García Caboara, para todos un desconocido? Por lo pronto, este marcador central de 23 años logró la habilitación para jugar en la primera de Central Córdoba y pudo debutar al fin el viernes 14 de noviembre en primera ante Estudiantes, cuando ingresó a los 38' por Panchito Fernández. El equipo perdió ese día, es cierto, pero él empezó su camino. Y le llegó el gran día: debutar de titular, claro que beneficiado por una situación de la que el nada tiene que ver.

Caboara llegó a Rosario el 24 de diciembre del año pasado, traído por el representante rosarino Omar Brienzo y proveniente del equipo filial de la Universidad Autónoma de Guadalajara, Tecomano, de la segunda división profesional mexicana. Integró el plantel de Argentino dirigido entonces por Roberto Sosa pero los papeles que se demoraron y una inoportuna pubialgia lo privaron de tener la chance.

Se fue de barrio Sarmiento y en Tablada lo recibieron bien, aunque recién ahora pudo solucionar los problemas administrativos y Córdoba tiene a disposición a un extranjero que vino de México "para triunfar", según le expresó a Ovacion antes de que estallara el conflicto en Tablada. "Soy stopper, zurdo", se describió este defensor que tiene pinta de tal.

"Quería venir a jugar a la Argentina, siempre me llamó la atención su fútbol. Es muy vertical, vistoso, técnica y tácticamente muy bueno, y muy frontal. La calidad y la competencia es mucho mejor que en México. Además, es increíble cómo se vive acá. Hay mucha pasión, mucha gente en las canchas y eso te motiva mucho", graficó.

Caboara dijo que le costó trabajo adaptarse pero que ya se siente uno más en el plantel. "Me costó recuperarme de la pubialgia pero poco a poco voy a agarrar el ritmo que quiero", señaló y con los minutos en la cancha seguramente lo logrará.

Caboara no quiere compararse con los grandes jugadores mexicanos, ni los dos que vinieron a probar suerte a Argentina, pero igual siente "que tengo una responsabilidad y a la vez una alegría de demostrar que el futbolista mexicano puede jugar en cualquier cancha".