Un infierno viejo y una nueva recompensa

No hay cielo sin infierno. Y el recital del jueves tuvo el suyo. La imagen del público se desmoronaba cuando se escuchaban cantitos reaccionarios que parecían sacados del túnel del tiempo. Ya no hay ningún mérito rockero en pedir "que se muera Cerati" y ningún orgullo de pertenencia local en el crucificar a los ingleses, los porteños o los cordobeses. Para compensar el trago amargo estaba la gente coreando todos los temas, y el show de las banderas, las bengalas y las chicas balanceándose sobre los hombros de sus sacrificados novios. Un párrafo aparte merece la puesta en escena para el tema "Madre poder": se desplegó una bandera Argentina con manchas de sangre, algunos integrantes de la banda se calzaron máscaras de De La Rúa, Menem y López Murphy y hasta improvisaron un sketch imitando a los políticos.