Rosario desconocida

Un sendero de cúpulas

José Mario Bonacci (*)

En algún momento de la historia, el hombre descubrió la posibilidad de enriquecer su visual inventando los miradores y las altas torres. Si necesitó cubrir un espacio jerarquizándolo, los duomos o cúpulas llegaron en su auxilio. Entonces el paisaje construido de la arquitectura enriqueció su horizonte al poblarlo con perfiles únicos, delicados y sugerentes.

Más tarde, la indagación en el mundo de símbolos y significados germinados en los campos de la psicología, hicieron saber que todo elemento construido verticalmente tiene resonancias fálicas en el inconsciente humano, y los caparazones o coberturas circulares, por ejemplo las cúpulas, traen referencias al cuerpo femenino. ¿Qué otra cosa son sino estos elementos de la arquitectura recortados contra el cielo cual si fueran pechos turgentes poderosamente henchidos de sugerencias?

La ciudad cobija gratificaciones a la vista y las guarda en la memoria social y colectiva. Llegaron del Viejo Mundo en el genio y la mente de antiguos constructores, latiéndoles el arte y la belleza en los repliegues de sus cuerpos deslumbrantes.

Bajo el bálsamo dulcificante de la luz, vibran en dorados amaneceres, se recortan en rojizos crepúsculos, se embriagan plenos de belleza en lo femenino de sus curvas, en la potencia de sus cuerpos disparados al espacio. Transmutándose en carne de piedra subyugan con su visión y son golpes de perfección al ritmo del esplendor urbano, agitando en vibraciones estremecedoras el horizonte provocador. ¿Por qué no comenzar entonces el acercamiento al cuerpo de esta amada nuestra que debe ser por siempre la ciudad, elevando la vista en el placer del descubrimiento, con olvido momentáneo del monótono horizonte diario? Será un abrazo intencionado con la forma y con los sones de una sensual experiencia.


Cúpulas iluminadas
El duomo del planetario en el parque Urquiza es el mayor de la ciudad, hincándose directamente en la tierra, prescindiendo del "tambor" habitual en las cúpulas. Calle Córdoba y sus adyacencias es verdadero sendero director que parte en el río y se lanza hacia la muerte del sol. El Concejo Deliberante abandera la marcha para llegar a la catedral, cúpula mayor del ámbito religioso y más antigua, nacida en 1875.

Mirando hacia el sur, Buenos Aires 1042, hay una cúpula de Alejandro Máspoli y continuando por Córdoba en su cruce con Maipú, un remate único, que no es enteramente ni cúpula ni torre pero que tiene algo de ambas tipologías, nos dice que allí está Le Monnier plasmado en la sede del Jockey Club.

En esquina con San Martín, 200 metros al norte, otra obra de Máspoli con la verde cúpula del Hotel Savoy, y 50 metros al este, igual color anuncia al Hotel Majestic, con cúpula perfilada en influencias arquitectónicas bizantinas.

En cambio en San Martín al 300 vereda oeste, se podrá ver un ex palacio Arijón, con cúpula pequeña centrada, que contiene en su base un templete o mirador. Llegando a Sarmiento, la ex tienda La Favorita muestra el arte de Arman, Presas y Todeschini y su cúpula, que hacia 1950 exhibía por la noche sus líneas formales iluminadas con neón.

Con vista al norte, se verá en esquina con San Lorenzo al ex Banco Francés y su cúpula jugando como gozne en el desvío de la calle. Observando desde Córdoba y por Sarmiento al sur esquina San Luis, está el Palacio Cabanellas, mostrando su cúpula-mirador revestida con cerámica craquelada, en edificio de auténtico estilo modernista catalán-gaudiano, debido al arte de Francisco Roca. Siguiendo por Sarmiento y llegando a Mendoza la ex Federación Agraria (Sala Lavardén), remata en un conjunto de cúpula y esculturas, como parte del edificio concebido por Juan Durand.

Retornando al eje de Córdoba y llegando a Mitre, en la ochava sur oeste se encuentra el edificio del Banco de Boston existente en la esquina desde los primeros años del siglo XX, según fotografías de la época que muestran señoras con polleras hasta el piso, veredas cubiertas por toldos de lona blancos y la que hoy es una de nuestras peatonales, adoquinadas con tacos de madera.

Avanzando 100 metros más se llega a Entre Ríos y fijando la vista hacia el norte en la esquina con Santa Fe, está la única cúpula de la ciudad con generatriz elíptica, rematando la esquina de lo que fue la residencia del ingeniero-arquitecto Felipe Censi que dejó mojones importantes en el paisaje urbano local.


Símbolos urbanos
En el fin de esta primera etapa, el cruce de Córdoba con avenida Corrientes ha ganado con méritos el nombre de "esquina de las cúpulas", ya que cuenta con tres ejemplares de enorme valor artístico y urbano, constituyéndose en una de los "símbolos" de la ciudad.

Es bueno entonces detenerse en ella por una semana, cuando retornaremos al tema para proponer un juego visual de búsqueda y comprobación que quizás fue pensado meticulosamente, aunque nos inclinamos por aceptar que la casualidad y la magia que a veces impensadamente plantea la ciudad, se ha encargado de así hacerlo saber, como estrategia que impida ser descubierta del todo y en una sola acción, manteniendo a sus habitantes en el anhelo de lograrlo, aunque cuando se piensa en haberlo conseguido, ella vuelva a escaparse entusiasmando a su gente para que siga multiplicando los hallazgos y ahondando en sus misterios.

Es una forma de mantenerla viva siendo nuestra, porque la alimentamos con sentimientos que la protejan.

(*)Arquitecto

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Influencia Gaudí en esquina Sarmiento y San Luis.