A tres años del trágico incendio de la comisaría 25ª de Villa Gobernador Gálvez

Escrache y violentos incidentes en la seccional donde murieron 13 presos

Familiares de víctimas y militantes se movilizaron en reclamo de justicia. Hubo cuatro policías con lesiones

La bronca era indisimulable en las caras de los familiares de los trece presos que murieron quemados tres años atrás en la comisaría 25ª de Villa Gobernador Gálvez. Sosteniendo en sus brazos los retratos de los reclusos que fallecieron esperaban el momento para partir. El destino era la dependencia policial de Corrientes y las vías. Cuando llegaron, el grito de "asesinos" y el reclamo de justicia tronó en la calle y las piedras comenzaron a volar contra los uniformados. Según señaló la Unidad Regional II, cuatro policías resultaron lesionados.

Vanesa Odi, la hermana de Juan Odi, estaba tan angustiada como alterada. El muchacho iba a salir en libertad en la mañana de 15 de noviembre del 2000 cuando se desató el trágico incendio en la seccional 25ª y ese recuerdo la atormenta tanto como que la Justicia haya desincriminado a los policías investigados. "Mi hermano había sido detenido el 10 de noviembre del 2000 porque se había peleado con un menor y el 15 iba a salir", dijo. Su reclamo es idéntico al resto de los familiares: "Que se haga justicia porque los policías asesinos siguen trabajando en distintas comisarías".

Los familiares y militantes de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), Izquierda Unida, Frente Amplio Estudiantil Santiago Pampillón y Coordinadora de Unidad Barrial iniciaron la marcha por la calle 1º de Mayo, poco después de las 16.30. Luego de doblar por Corrientes, atravesaron las vías y llegaron a la comisaría.

Entre los manifestantes se encontraba Carina Aguirre, la hermana de Mario Gustavo Miño. El muchacho tenía 20 años y hacía tres meses que estaba detenido por robo a mano armada. Según contó, la dueña del bar asaltado sostuvo que había estado en el comercio pero que no "había cometido el atraco".

"Quiero que los policías que estuvieron ese día estén presos y que paguen lo que hicieron porque no tenían derecho de dejarlos quemar así. La jueza tenía todo en las manos para que esto se aclare, pero no lo hizo", dijo Aguirre.

Apostados detrás de vallas de contención y de un largo cordón que cubría un descampado lindante a la seccional, los uniformados observaban la escena cuando el grito de "asesinos" retumbó en el lugar repetidamente y algunos familiares, visiblemente exaltados, intentaron traspasar el cerco policial. Unos minutos después, el clima hostil le dio paso a la emoción cuando Norma Ríos, de la APDH, leyó la lista de los muchachos fallecidos en la tragedia ocurrida tres años atrás.

Apenas Ríos terminó de leer la lista, una lluvia de piedras y pequeños rollos de tierra y papel fueron arrojados por algunos de los manifestantes contra los policías. Los piedrazos sobrevolaban la cabeza de los efectivos hasta que un par de oficiales fueron alcanzados por los impactos. Los uniformados miraban imperturbables lo que ocurría, aunque los familiares se enardecían porque los policías se "burlaban y reían de nuestro dolor", según afirmó Carina Carbone, la hermana de Jorge Carbone.

Carina Aguirre ya estaba fuera de sí cuando se acercó al comisario Canavosio. La chica primero le recriminó lo que ella consideraba una "ofensa" de parte de los efectivos y después le asestó un carterazo a Canavosio. La respuesta del policía fue inmovilizarle el brazo y devolver la agresión con un puñetazo.

El clima era tenso y los agentes con escudos salieron de la retaguardia y se colocaron en primera fila. Otro tremendo piedrazo dio de lleno en la cabeza de un policía que se desplomó al suelo. Poco después, fue trasladado en un ambulancia al Samco de Villa Gobernador Gálvez. Los manifestantes se replegaron sobre la vías del ferrocarril.

La Unidad Regional II identificó a los policías contusos como el subcomisario Ignacio Carrillo, el subcomisario Esteban Machuca, el sargento Marcelo Arrúa, y el comisario inspector Canavosio también sufrió golpes.

Los manifestantes increparon a los policías.