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 viernes, 14 de noviembre de 2003

Escrache frente a la comisaría 25a
Es el penal de V.G.Gálvez donde murieron carbonizados 13 presos. La Justicia le quitó responsabilidad a la policía

Al cumplirse mañana tres años de la muerte de 13 presos en el penal de la comisaría 25a en medio de un fatídico incendio, hecho por el cual la Justicia absolvió de responsabilidad a la policía, distintos organismos de derechos humanos realizarán un escrache frente a la seccional de Villa Gobernador Gálvez.

La concentración de los manifestantes está prevista para las 16.30 en la esquina de Edison y 1º de Mayo, en la vecina ciudad, desde donde la marcha se dirigirá hasta el frente de la comisaría de Corrientes y las vías.

La tarde del 15 de noviembre de 2000 trece detenidos de la seccional murieron calcinados al desatarse un voraz incendio por la quema de colchones que siguió a lo que la policía presentó como un intento de evasión de los detenidos. Jorge Carbone, Diego Silva, Gustavo Monzón, Arnaldo Ojeda, Hugo González, Miguel Espíndola, Jorge Capiaqui, Daniel Alvarez, José Rolón, Juan Odi, Pablo Avalos y David Hernán Rodríguez fueron los que perecieron entre las llamas. Ninguno de ellos estaba condenado y algunos habían sido apresados por averiguación de antecedentes.

En la convocatoria al escrache, los organizadores sostuvieron que lo ocurrido aquel día "fue una de las masacres más terribles de la historia carcelaria argentina". Además, recordaron que la Justicia "liberó de culpa y cargo a los policías y políticos responsables de esas muertes".

Al respecto, recordaron que los investigados tras el trágico incendio fueron el oficial Sergio Blanche, el suboficial José Rodríguez, la suboficial Ada Meneses, el agente Raúl Moyano y el agente Rubén Martínez. Y que sin embargo el único que resultó procesado por la jueza Susana Portillo de Pigliacampo bajo la figura de tentativa de fuga e incendio intencional seguido de murte, fue el preso Jorge García.

Desde entonces las versiones oficiales de los hechos contrastó con la que dieron no sólo los familiares de los presos muertos sino también la de voceros policiales que estuvieron en el lugar. Desde la URII se sostuvo que los presos habían prendido fuego exaltados por el descubrimiento de un intento de evasión. Pero una fuente de la fuerza dijo que como la dotación de la comisaría era muy chica al momento del episodio, "no quisieron abrir el penal hasta que contaran con refuerzos" y que cuando éstos llegaron "ya era tarde para abrir la puerta por la temperatura que habían tomado las rejas y también muy tarde para salvar la vida de los presos".

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