| viernes, 14 de noviembre de 2003 | El obispado argentino pidió por las víctimas de la violencia urbana La Iglesia Católica celebró en la basílica de Luján el aniversario de Juan Pablo II La Iglesia argentina celebró ayer los 25 años del pontificado de Juan Pablo II con una misa en Luján, presidida por el nuncio apostólico, monseñor Adriano Bernardini, en la que se pidió por la recuperación de la Argentina y las víctimas de la violencia urbana.
Los 104 obispos argentinos concelebraron la misa en una colmada basílica de Luján, en el marco de la asamblea plenaria de la que participan los prelados durante esta semana en la casa de Ejercicios Espirituales María Auxiliadora de la localidad bonaerense de San Miguel, que culmina mañana.
En las intenciones de la celebración, se pidió por la mejora de la salud del Santo Padre, por la recuperación de la Argentina y por las víctimas de la violencia urbana, un tema que preocupa a los obispos que analizaron estos días el aumento de la conflictividad social.
Además, los prelados hicieron un agradecimiento público al Papa Juan Pablo II "por su oportuna mediación" que evitó la guerra entre Argentina y Chile en 1978.
En tanto, se espera que hoy los obispos difundan una declaración sobre el tema de la familia, que ocupó el mayor tiempo de las deliberaciones de San Miguel.
Los prelados se mostraron preocupados por la implementación de la Ley de Salud Reproductiva, la legislación vigente en Buenos Aires sobre uniones civiles y otros proyectos en danza en el Congreso sobre "muerte digna".
Todavía no está definido si mañana, último día de las deliberaciones, la cúpula del Episcopado brinde una declaración a la prensa con consideraciones sobre la actualidad nacional.
Exaltación del Papa En tanto, en su homilía de ayer, monseñor Bernardini destacó la personalidad de Juan Pablo II como "hombre del silencio y de la palabra", y destacó que "nos entrega así una imagen de Papa enlazada con la época, pero al mismo tiempo libre de vínculos no necesarios con el pasado".
"Juan Pablo II nos transmite una inquietud por la suerte del hombre: su tenaz defensa por la vida, contra el aborto, la pena de muerte y toda guerra. El mundo no la acoge, pero la escucha", dijo y añadió que "la inquietud por el Evangelio lo empuja a hacerse misionero del mundo y dar lo mejor de sus energías en el intento de despertar ese espíritu misionero".
El enviado papal en Argentina afirmó del Papa que "mientras no esconde su oposición al comunismo, no es menos su rechazo de resignarse a la victoria del capitalismo. Y con aspecto temblante llega al mea culpa por las responsabilidades históricas de los hijos de la Iglesia, llegando a la más valiente de sus denuncias". (Télam) enviar nota por e-mail | | Fotos | | La jerarquía católica reunida en Luján agradeció. | | |