Secuestradores liberaron a su víctima y le pidieron disculpas

Los delincuentes habían amenazado con cortarle una mano pero se dieron cuenta que se habían equivocado

Un comerciante y empleado de un laboratorio fue liberado ayer en el hall de la estación de trenes de Tigre tras permanecer dos días secuestrado por una banda que exigió 30 mil pesos de rescate y amenazó con cortarle una mano. Antes de ser soltado, los delincuentes le dijeron que se habían equivocado y le pidieron disculpas.

Las fuentes contaron que el rescate no llegó a pagarse, a pesar de que la familia había logrado reunir el dinero y lo tenía depositado en una cuenta.

El hombre fue identificado como Antonio Aquiles Ramón Lazo, de 40 años, quien al ser liberado, estaba "dopado" con pastillas que los secuestradores le obligaron a ingerir.

Ivana, la hija del comerciante dijo que a su padre lo golpearon al iniciarse el secuestro y lo drogaron, pero aclaró que durante el cautiverio lo trataron bien. También contó que en una oportunidad, los secuestradores llevaron a Lazo a un teléfono público en la zona de la Torre de los Ingleses, en Retiro, y desde allí lo hicieron hablar con su familia para pedir que pagaran por su vida.

Todo empezó el lunes último por la tarde cuando Lazo fue interceptado en una calle de Boulogne, partido de San Isidro, por dos hombres y una mujer que lo amenazaron con armas y se lo llevaron secuestrado.

Luego, dejaron una nota en el auto de la víctima, en donde planteaban la exigencia de unos 30 mil pesos para liberarla con vida. En la carta los secuestradores advertían a la familia que no denunciara el caso a la policía.

En la puerta de su casa de Verduga 109 de Boulogne, Ivana, contó: "No teníamos esa plata, y empezamos a juntarla como podíamos". La chica agregó que su familia llegó a conseguir el dinero, pero no se llegó a pagar el rescate.

Anteayer a la tarde, la familia recibió un llamado telefónico. Se trataba de Lazo a quien los secuestradores habían liberado en el hall de la estación de trenes de Tigre.

Hasta allí fue Ivana con su novio y otro familiar y rescataron al hombre, quien estaba todo mojado y sedado, contó su hija. La chica relató que antes de la liberación, los secuestradores le reconocieron a Lazo que se habían equivocado de víctima y "hasta le pidieron disculpas".

Finalmente explicó que en el cautiverio, los secuestradores intimidaron a su padre a quien amenazaron con cortarle una mano si no se pagaba el rescate. Tras la liberación del hombre, intervino en el caso la fiscal federal de San Isidro Rita Molina.


Otros tres casos
Otras tres personas que habían sido secuestradas por distintas bandas fueron liberadas ayer en los partidos bonaerenses de Avellaneda, Almirante Brown, Florencio Varela.

El primer hecho tuvo como víctima a Juan Giménez, de 41 años, que fue secuestrado anteanoche por cinco delincuentes que se lo llevaron cautivo en su auto Chevrolet Corsa al interceptarlo en Córdoba 1350 de Gerli, partido de Avellaneda. Los delincuentes empezaron a pedir a su familia un rescate de 5.000 pesos y la familia pactó el pago en Pitágoras y Acha, frente a la escuela 23 de Gerli, pero cuando se dirigían a ese lugar, los secuestradores cambiaron el sitio.

Entonces, ordenaron que el pago de rescate se concretara en Suipacha y Camino General Belgrano de Avellaneda, donde un familiar dejó los 5.000 pesos en un volquete, y minutos después, la víctima fue liberada en inmediaciones de su casa.

Por otra parte, un segundo secuestro culminó a las 3.30 de ayer en Rafael Calzada, partido de Almirante Brown, pero se inició unas horas antes en la zona de Temperley, partido de Lomas de Zamora. La víctima fue identificada como Beatriz Soto, de 39 años, quien hasta anoche no había declarado, por lo no se conocieron detalles y se limitaron a decir que por su liberación los secuestradores cobraron un rescate de 7.000 pesos.

El tercer caso, fue el de una maestra jardinera que fue secuestrada cuando llegaba a su domicilio de Florencio Varela y más tarde liberada ilesa por la policía. Se investiga si se trató de un secuestro con fines extorsivos, privación ilegal de la libertad o toma de rehén tras un robo.

El hecho ocurrió antenoche en la calle Los Laureles, entre Calzada y El Zorzal, oportunidad en que la docente se disponía a ascender a su auto y fue sorprendida por dos individuos que subieron al vehículo y la obligaron a llevarlos. Vecinos del lugar que vieron lo ocurrido dieron aviso a la policía que en contados minutos montó un operativo cerrojo en la zona.

Una patrulla policía persiguió el auto en el que era llevada la maestra y a las pocas cuadras -por una mala maniobra de su conductor- el vehículo fue a dar contra un árbol donde quedó inutilizado. Los delincuentes aprovecharon la oscuridad reinante para darse a la fuga dejando abandonada a la víctima que fue auxiliada por los policías. (Télam y DYN)

Uno de los delincuentes al ser detenido.