El titular de la obra social nacional ratificó los despidos en Rosario

"El Pami es la obra social que mejor paga y ahora va a exigir"

González Gaviola dijo quese están retomando las prestaciones que habían sido suspendidas hace dos años

El interventor del Pami a nivel nacional, Juan González Gaviola, está convencido de que la gestión que lleva adelante ya trae beneficios a los jubilados. "Ahora el Pami es la obra social que mejor paga en el país y con eso va a poder exigir", advirtió. Volvió a calificar a la sede de Rosario como "una de las más complejas" y ratificó la desvinculación de diez representantes gremiales y ex directivos de la delegación local de la obra social. "Si hay más irregularidades, podría haber más despidos", añadió.

El funcionario precisó además que el lugar donde existían los convenios más sobrevaluados era en Rosario, "con cifras de hasta el 100 por ciento".

Ahora la administración central del Pami no sólo está retomando las prestaciones que habían sido suspendidas, sino que también se propone lograr que los policlínicos I y II de la ciudad "sean autosuficientes y haya que tercerizar lo menos posible".

-¿Qué evaluación hace de su gestión como interventor nacional del Pami?

-Se repusieron todas las prestaciones suspendidas en los últimos dos años, como las entregas de pañales, bolsas de colostomía y reactivos para el control de la diabetes. Tampoco se estaban realizando cirugías de cataratas y ya llevamos casi 7 mil. No se entregaban audífonos y ahora no sólo se dieron más de 6 mil, sino que vamos a reparar 4 mil más y estamos en una licitación para comprar otros 7 mil. También se volverán a dar anteojos y prótesis dentales.

-¿Cómo está la renegociación de los convenios con los prestadores?

-Logramos renegociar los convenios obteniendo más prestaciones por el mismo precio o bajando los montos. Esto significa que había una sobrevaluación y el lugar donde teníamos los convenios con más sobreprecios era Rosario. Allí, se lograron rebajas del 50 por ciento y de hasta el 100 por ciento, esto fundamentalmente en los contratos con el Sanatorio Plaza y con la droguería que provee medicamentos a los dos policlínicos.

-Además de los convenios, había otras irregularidades...

-Se presentaron los tres balances que faltaban y la deuda que tenía el Pami a nivel nacional de unos 300 millones de pesos se redujo a menos de un 75 por ciento. Es más, estamos teniendo un pequeño superávit que se destina al incremento de la cápita médica y la geriátrica. Además se renegoció el convenio con la industria farmacéutica, donde por la misma plata se consiguieron más descuentos en once drogas. Esta rebaja adicional del 15 por ciento significa que los jubilados pagarán de su bolsillo 10 millones de pesos menos.

-¿Alcanza el presupuesto que tiene el Pami?

-La demanda contenida es grande. Administramos mejor, pero con la situación social que existe el presupuesto nunca alcanza. El objetivo fijado es que el jubilado no saque de su jubilación para la atención médica. Ahora el 70 por ciento de los afiliados ya está cubierto con los nuevos contratos y esto se hará en pocos días en Rosario. Esto significará salir del menú de prestaciones restringido que se definió durante la emergencia para pasar a uno más amplio que incluye prácticas y especialidades que habían quedado afuera. En Rosario la situación es particular porque hay dos efectores propios (policlínicos I y II). Deberíamos terminar de equiparlos para que sean autosuficientes y así tercerizar la menor cantidad de servicios. Hoy hay reglas de juego claras. Ahora el Pami es la obra social que mejor paga en el país y con eso va a poder exigir.

-¿Sigue definiendo a Rosario como un foco de corrupción?

-Rosario tenía el 6% de los afiliados del país, pero se llevaba el 15% del presupuesto. Eso se dio porque por corrupción o negligencia se pagaron muchas cosas de más, con sobreprecios de hasta el 100 por ciento. Algunas personas fueron encontradas responsables de estos convenios y fueron echadas del Pami. Hoy Rosario gasta menos, pero sigue siendo una de las zonas más complejas. Probablemente la corrupción no sea posible de extirpar totalmente, pero la vamos a disminuir al máximo con los mecanismo de control.

-¿Los diez despidos de dirigentes gremiales y ex directivos de la delegación local se mantienen?

-Los despidos se mantienen.

-Uno de los sindicalistas echados lo acusa de ladrón...

-Que me denuncien a la Justicia. No sé si romper negocios en Rosario significa robar, quizá estaban tan acostumbrados a robar que piensan que les están robando el negocio.

-¿Cómo se explica que algunas de las personas ahora desvinculadas y sospechadas de corrupción hayan manejado el Pami Rosario durante más de 10 años?

-Son las cosas de la Argentina que la gente pide que cambiemos. Cuando somos capaces de negociar los mismos convenios a menor costo y con más prestaciones, demostramos que las cosas se pueden hacer mejor.

-En su momento usted denunció amenazas, ¿cuál es la situación actual?

-Ya no hay amenazas con pintadas en los colegios de los hijos y llamadas telefónicas, pero me dicen que en Rosario hay tensión dentro de los lugares de trabajo. Las amenazas, con llamadas telefónicas, son métodos mafiosos.

-¿Habrá más despidos en el Pami Rosario?

-En la medida que surjan situaciones irregulares se podrán generar más despidos. Si hay más irregularidades, se hará lo que hay que hacer.

González Gaviola defiende su gestión.