La Iglesia está preocupada por la inseguridad y los piqueteros

Algunos obispos dejaron entrever ayer su preocupación por la inseguridad y la repetición de los piquetes o cortes de ruta como forma de protesta social. También admitieron que debaten informalmente la conveniencia o no de apoyar la consulta popular "No al Alca", programada entre el 20 y el 26 de noviembre próximo por organizaciones no gubernamentales.

Según un vocero eclesiástico, estos temas surgieron en el intercambio de ideas sobre la realidad del país, que abrió la 86ª Asamblea Plenaria del Episcopado, que delibera hasta el sábado en la casa de ejercicios María Auxiliadora, de San Miguel.

No obstante, el centenar de prelados dedicó la segunda jornada a avanzar en el análisis de las "agresiones" que -entiende la Iglesia- sufre la familia y el matrimonio, cuestión a la que se abocarán hasta el jueves.

Un portavoz reveló que en los diálogos informales se notó una "inquietud creciente" por la violencia urbana, caracterizada por los secuestros, y la necesidad de revisar la eficacia de los cortes de ruta. "El ejercicio del derecho a la protesta debe ser revisado", opinó un arzobispo habitualmente crítico a la proliferación de los piquetes. En tanto otro, más condescendiente con ese tipo de medidas, estimó que su repetición les hace "perder eficacia".

Sin embargo, ambos coincidieron en que la problemática es compleja y demanda un mayor compromiso social por parte del Estado, sobre todo en lo que hace "a cambiar la cultura de la dádiva por la del trabajo".

Ante una consulta sobre si el plenario abordó la cuestión de los efectos colaterales que podría sufrir la Argentina al suscribir el Acuerdo de Libre Comercial Americano (Alca) y una posible adhesión a la consulta popular en este sentido, un habitual vocero admitió que "el tema está dando vueltas, pero informalmente".

En las sesiones de ayer, los obispos pusieron el acento en los aspectos antropológicos, filosóficos, sociológicos y cultural de la familia. Hoy continuarán con el análisis de este tópico central, pero desde la óptica de las leyes y proyectos que atentan indirectamente contra la familia: salud reproductiva, aborto, uniones civiles, patria potestad, etcétera. Anteayer, el titular del Episcopado, monseñor Eduardo Mirás (Rosario) descalificó estas iniciativas, a las que consideró "engañosos eufemismos" que no hacen otra cosa que ir "contra el orden natural".

Monseñor Miras salió a defender la familia.