| miércoles, 12 de noviembre de 2003 | No cesan los violentos asaltos contra taxistas Un chofer fue herido y una pareja con una nena se salvaron de milagro tras ser baleados en Alsina y Rueda La noche del sábado no fue una más para Gustavo Menoni, quien desde mayo pasado sostiene a su familia conduciendo un taxi. Al llegar a la zona suroeste de la ciudad con una pareja y una pequeña niña como pasajeros fue abordado por una patota de delincuentes que intentó asaltarlo y baleó su vehículo. Como consecuencia de ello, fue alcanzado por un proyectil en el mentón y otro perforó su apoyacabezas. De milagro nadie más resultó herido, pero el hecho reavivó el pedido de seguridad de parte de los trabajadores del volante.
En la zona del macrocentro, jurisdicción de la comisaría 3ª, Menoni cargó en su taxi a una joven pareja con su nena de unos 2 años. Los pasajeros pidieron ser trasladados hasta Alsina y Rueda, una zona que los tacheros tratan de evitar por las noches. Pero Menoni aceptó trasladarlos.
Al llegar al lugar, y cuando Menoni se aprestaba a cobrar el viaje, la pasajera empezó a gritar alertando al chofer. Todo fue muy rápido. Cuando el taxista miró por el retrovisor vio que cinco pibes, dos de ellos armados, ya lo habían rodeado. Por eso intentó bajar los seguros de las puertas y emprender la marcha, pero no pudo.
Uno de los maleantes se paró junto a su puerta, pretendió levantar la traba y como Menoni aceleró efectuó un par de disparos sin importarle la vida del chofer y de los pasajeros, incluso la niña. Uno de los proyectiles atravesó el mentón de Menoni y afortunadamente no le causó lesiones graves en huesos y músculos. Otra de las balas perforó el apoyacabezas del chofer.
Herido, el tachero alcanzó a conducir unos metros hasta donde se encontraba estacionado un radiotaxi pero el chofer de ese auto pensó que los delincuentes también lo atacarían a él y prefirió escapar. Aunque a las pocas cuadras Menoni le dio alcance y le pidió ayuda. Los pasajeros cambiaron de vehículo y Menoni se dirigió por sus medios hasta el hospital Carrasco, donde fue atendido en la guardia.
Ayer, aún con la preocupación que le generó el episodio, la mamá de Menoni, Cecilia, recordó que si su hijo "no salía arando los delincuentes podrían haber acribillado a todos los que estaban en el taxi, sin importarles que había un bebé" a bordo. enviar nota por e-mail | | |