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 miércoles, 12 de noviembre de 2003

DISEÑO
Alfa Romeo 8C Competizione

Juan Manuel Díaz (*) / Especial para Autos, desde Milan, Italia

El nacimiento de un mito? Quizás la pregunta tenga una respuesta casi inmediata, ya que se prevé una producción en serie limitada de un lote cerrado de 1.500 unidades. Este bólido es capaz de superar los 300 km/h, con una aceleración de 4,8 segundos para llegar a los 100 km horarios, impulsado por un motor de 8 cilindros de origen Alfa Romeo de 4.200 cc, que gracias a un compresor volumétrico descarga a tierra una potencia de 400 CV (DIN).

Diseñado en el Centro Stile de la casa, ubicado en Arese, Milan, el proyecto nació por aquel lejano 2000. Se realizaron distintos modelos con conceptos bien distintos hasta que recién en el febrero de 2002 se le dio luz verde a la creación de un bólido que complete la idea de evolución deportiva, pero que diera un fuerte énfasis al juego de palabras "emozione vera" (emoción verdadera).

Este modelo encierra en sí la nueva filosofía formal de tratamiento de superficies y formas que los futuros vehículos de la marca adoptarán, con un lenguaje estético que va desde el vanguardismo hasta la verdadera concepción en una clave moderna de los contenidos de los automóviles del pasado (no retro).

Quizás para mí sea más que todo eso, porque fue el primer proyecto que vi nacer y del cual tuve y tengo el honor de participar. Apenas llegado me fue asignada la responsabilidad de "crear" el interior del vehículo, lo cual me dio un gran envión a nivel emocional y profesional. Esto fue allá por abril de 2002, y no fue empresa fácil por no contar en mi haber con una gran experiencia, además de problemas personales que se sucedieron en el transcurso del año. A medida que se iba desarrollando el proyecto tuve la posibilidad de "poner mis manos" en el exterior, dando un aporte más al proyecto.

Un grupo de cinco personas trabajamos para volcar ideas y soluciones de diseño para poder "devolverle" a la marca un auto de los que participaron por ganar el premio a "Automóvil más bello del Salón de Frankfurt", un auto que evoca la tradición deportiva de la casa Alfa Romeo.

Si gran parte de mí quedó detrás en este período, otra parte muy grande se fue, pero nobleza obliga a delinear que crecí junto a este proyecto, maduré, me dio nuevas fuerzas, me revitalizó y creó en mí una cultura del diseño que antes no poseía, formas, proporciones y superficies. Quiero acotar que mi cultura (nuestra cultura), mi educación, mi familia, mis cosas más íntimas, fueron un gran detonante para que yo pudiera llegar a presentar este vehículo junto a un grupo de mis compañeros de trabajo en el último Salón de Frankfurt.


Electricidad
Las líneas directrices dibujan un perfil agresivo y bajo que nace con mucha tensión en la "V" central del cofango (capot-pasarruedas) creando un movimiento sobre el eje posterior del automóvil al cual definiría como "sensual" y "elegante", rematando en una cola corta de gráficas simples.

Las líneas largas y los golpes de tensión en el lateral crean el efecto "imán" que pega el auto al piso, aun si el auto no está en movimiento. La electricidad y tensión de este vehículo aspiran el aire desde los clásicos "bigotes" Alfa Romeo, y exhalan detrás de las ruedas delanteras, gracias a las branquias en red pintadas del color de la carrocería. Un fondo de piso plano remata el cascaron del vehículo que propone formas "puras" y superficies cóncavas-convexas a lo largo de todo el desarrollo de la misma.

El interior del automóvil, que aún no se muestra por una estrategia de marketing y se podrá apreciar en el próximo Salón de Ginebra de abril de 2004, engloba dos conceptos distintos que se mezclan con extrema cordialidad.

Formas simples y cerradas con la exclusividad de los automóviles del pasado, muy ricos, forrados en cueros de distintas tonalidades, con insertos en aluminio, o maderas nobles, como los autos deportivos de época.

El otro concepto encierra el doble anillo protector que nace y muere en los paneles de las puertas, pasando por detrás de los ocupantes, y el segundo anillo que nace en el túnel del cambio y gira verticalmente para morir en el aplique lumínico del espejo retrovisor central.

El tablero de instrumentos vuela por sobre el túnel, que se va a insertar sobre el vano motor.

El juego de volúmenes crea espacios como para poder desplegar una valija porta vino (con dos copas) y las exclusivas valijas en cuero del mismo material que reviste el interior, rematando en la caja de herramientas. Un ambiente muy exclusivo capaz de albergar a dos personas.

Qué decir, este es un gran proyecto para una marca que ha siempre marcado el rumbo en cuanto a personalidad y a deportividad a nivel automovilístico, y un gran proyecto para mí, que crecí en un país y en una ciudad, Rosario, que siempre tengo presentes, y que gracias a mi familia y a mi mujer hoy puedo codearme con aquellos que como yo desde muy chicos soñaban con diseñar automóviles en una marca de renombre como esta.

(*) Diseñador de Alfa Romeo



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Tras las blondas, Díaz cuida el Alfa en Frankfurt.

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