| sábado, 08 de noviembre de 2003 | El asesinato de una inocente Uno de los robos por los que el joven Pereyra fue condenado en calidad de partícipe necesario se produjo el 9 de octubre de 2001 en el supermercado Tatán, de Milán y Trento, en la zona sur. A las 9.30 de ese día irrumpieron al menos dos delincuentes empuñando revólveres. A los cinco minutos fueron acorralados por policías del Comando Radioeléctrico que fueron alertados del robo por el llamado de una vecina. En el autoservicio de la zona sur había 11 personas que en instantes quedaron atrapadas en medio de un enfrentamiento entre los ladrones y la policía. Las balas que se esparcían entre las góndolas se cobraron dos víctimas: el asaltante Gonzalo Lizzi, de 18 años y con varios antecedentes penales, y Francisca Calafat, una mujer de 81 años que vivía en el barrio La Guardia y que estaba haciendo compras en el sector de carnicería del local. Según reveló una pericia, Calafat murió al recibir un disparo efectuado por uno de los policías del Comando Radioeléctrico. enviar nota por e-mail | | |