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 sábado, 08 de noviembre de 2003

El superclásico. Millonarios y xeneizes aclararon bastante sus panoramas
Para sacar presión: River recién volvió ayer de Asunción

El plantel de River Plate regresó ayer desde la capital paraguaya hacia Buenos Aires donde mañana se medirá con Boca Juniors, en el superclásico del fútbol argentino.

Encabezado por el entrenador Manuel Pellegrini todo el equipo se embarcó ayer a la tarde rumbo a Buenos Aires, luego de dos días de descanso en Asunción, tras conseguir el miércoles el pase a las semifinales de la Sudamericana, pese a perder con Libertad por 1-0.

El entrenador prefirió permanecer en Paraguay para alejar al equipo de todo el movimiento y comentarios que se generan alrededor de un partido de la envergadura de River-Boca.

Para el partido del domingo, no jugará Alejandro Domínguez, con una distensión en el isquiotibial izquierdo sufrida en el cruce ante los guaraníes.

La duda es quien acompañará a Fernando Cavenaghi en la delantera: Darío Husaín o Daniel Montenegro.

En tanto, Luis González, con un esguince en el tobillo derecho, sería infiltrado pero si no llega, Daniel Ludueña ocuparía su lugar en la creación.

Con ese panorama, los once titulares que jugarían ante Boca, mañana a las 16, en el Monumental, serían Costanzo; Rojas, Ameli, Tuzzio y Ferreyra; Coudet, Pereyra, Mascherano y Lucho González o Ludueña; Montenegro o Husaín y Cavenaghi.


Dudan por Salas
El cuerpo médico del seleccionado chileno de fútbol duda de las dolencias del delantero Marcelo Salas, quien anteayer sufrió su cuarta lesión en los tres meses que lleva desde su retorno a River Plate, según tituló ayer el diario La Tercera.

El periódico chileno señaló ayer que el técnico del seleccionado, Juvenal Olmos, llamó al médico de plantel trasandino, Fernando Radice, para ordenarle inmediatamente que viaje a Buenos Aires.

"Te vas mañana", le dijo el entrenador, seguramente desconfiando de la palabra de los médicos riverplatenses.

Salas sufrió anteayer una distensión en los gemelos de la pierna derecha, lo que fastidió al entrenador del seleccionado chileno, Juvenal Olmos, quien decidió convocarlo igual para los dos próximos partidos de eliminatorias del Mundial de Alemania 2006.

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Pellegrini y sus dirigidos, ayer, en Asunción.

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