| sábado, 08 de noviembre de 2003 | La vieja moral Deseo hacer algunas reflexiones sobre la carta que con la firma de Andrea Silamara Carboni se publicó el 5 de noviembre en esta sección. Es estimulante ver que una persona tan joven haya descubierto a la vieja "moral". La pobre anciana está arrinconada, desprestigiada y hasta atacada por muchos a los que resulta molesta. Pero durante siglos ha permitido la vida en sociedad, en comunidad. Es a la sociedad como el esqueleto al cuerpo humano. El hombre deshuesado se arrastraría como una lombriz. La sociedad sin el andamiaje de la moral se torna inviable. Si el hombre sin moral puede zafar del castigo de la justicia (impunidad), la vida en común resulta insufrible. Vemos lo que está pasando con la inseguridad, con la corrupción en todos los ámbitos, con la violencia. Son todas manifestaciones de que la moral está volando bajito. Lo que resta de orden está sustentado en la reserva que aún existe pero que decae continuamente por falta de cultivo. Ni en las escuelas ya se trata. Así que, jovencita, a vos, a los de tu edad, les tocará reconstruir la moral perdida. O, si resultara obsoleta construir una nueva a la que todos podamos adherir. Pero la alternativa, prescindir de la moral como sustento de la sociedad, sería el aumento sideral de "pistolas y garrotes", y esto, más que un avance, sería una vuelta a las cavernas. La desintegración social.
Jorge del Mercado
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