| miércoles, 05 de noviembre de 2003 | Un fugitivo que perdió por la corona de plata en su boca Un preso de 34 años, que se había fugado la semana pasada de la Jefatura de policía de Casilda, fue localizado ayer a la madrugada en el barrio 7 de Septiembre, en el noroeste rosarino. Una corona de plata en uno de los dientes y una vieja herida de bala en la espalda fueron los detalles que revelaron su verdadera identidad. Miguel Angel Juncos, así se llama el prófugo, fue detectado por policías del Comando Radioeléctrico cuando se encontraba con un grupo de personas en Tarragona y Schweitzer. En principio fue trasladado a la subcomisaría 22ª en averiguación de antecedentes y al comprobarse su identidad "saltó" el pedido de captura. Según fuentes policiales, Juncos brindó un nombre falso, pero algunas señas particulares terminaron por mandarlo nuevamente a prisión. Una corona de plata en un diente y una viaje herida de bala en la espalda son algunos de los datos físicos que la policía tenía del prófugo y que el convicto no pudo ocultar.
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