| miércoles, 05 de noviembre de 2003 | "Es un error no poner límites a los alumnos" ¿Basta con decir que la violencia está en todas partes y también en la escuela? ¿Es suficiente expulsar a los alumnos agresivos para que los problemas se terminen? ¿La culpa de todo la tienen la televisión y los videojuegos? A estos y otros interrogantes respondió el especialista en Educación y decano de la Facultad de Psicología, Ovide Menin, al ser consultado por La Capital.
"El peor error es sucumbir al facilismo de no poner límites y decir que en la calle se vive lo mismo. Cuanto más violencia hay en la escuela, más hay que trabajar los aspectos pedagógicos, psicológicos y sociales. Y todos deben involucrarse, desde la portera, hasta los padres, docentes y directivos", remarcó Menin.
El especialista consideró importante revisar las "permisivas" reglamentaciones escolares, pero dijo que "no es necesario llegar a los extremos de la expulsión". No obstante agregó: "Hay que entender que la enseñanza es una relación de afecto, como el amor. Si un chico no quiere que lo ayuden, y los padres no colaboran, habrá que hablar con ellos sobre la posibilidad de que lo cambien de turno, de maestro o de escuela".
La culpa de la tele Menin, al hablar de la función de los docentes, aseguró que se encuentran desbordados de teorías sobre disciplina. "Un especialista les dice una cosa y otro, otra; y ellos con eso hacen una mezcolanza. Tienen un absoluto miedo a decirle a un chico qué se debe hacer y qué no", señaló.
Y en relación a quienes echan la culpa de la violencia a la televisión advirtió: "No hay que analizar las cuestiones mecánicamente. En mi época se echaba la culpa a la radio, ahora a la televisión y los videojuegos. Siempre se busca la responsabilidad afuera".
Para él es cierto que lo que ofrecen los medios "es lamentable" y que la violencia estructural del país "no ayuda a revertir la cuestión", pero instó a "no dar más vueltas" sobre el tema de la violencia en la escuela.
"Los que tienen que tomar las riendas son los padres y los educadores. Los primeros, y pese a la falta de tiempo, deben asumir su compromiso, su rol. Y los segundos, deben dejar de aplicar una filosofía educativa que tiene ya 50 años y está basada en el exceso de permisividad". enviar nota por e-mail | | |