| miércoles, 05 de noviembre de 2003 | Gesto solidario Todavía se puede confiar en la gente y, más aún, agradecer su gesto solidario. El sábado 25 de octubre pasado, en horas de la tarde, mi madre, de 82 años, se cayó en su departamento y no pudo llegar ni a la puerta ni al teléfono, pues estaba sola. Unicamente pudo gritar, esperando que alguien la oyera y auxiliara. Así fue como una vecina intentó ayudarla, pero no tenía la llave. Atinó entonces a llamar al Comando Radioeléctrico. Llegaron dos móviles, el 2123 y el 2211, con dos personas en cada uno. Abrieron la puerta cuidando de no romperla. Impuestos de la situación llamaron a Pami. Dado que demoraban en enviar una ambulancia, reiteraron el llamado y sólo se fueron cuando los médicos la llevaron a internar. No es fácil expresar lo que siento, también mi familia. Sólo puedo decir que actitudes así hacen sentir que en la sociedad no todo está perdido y que todavía quedan valores. ¡Gracias muchachos!
Luis Corniero
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