| domingo, 26 de octubre de 2003 | Entrevista. El ex jefe guerrillero salió al cruce de sospechas y reproches Los fantasmas de la fallida contraofensiva Sobre lo ocurrido en 1979, Firmenich dijo que "todos sabíamos muy bien que las consecuencias serían graves" Barcelona (corresponsal).- El ex líder montonero Mario Firmenich, en otro tramo de la entrevista exclusiva que le concedió a La Capital en España, salió al cruce de las dudas y cuestionamientos por la fallida contraofensiva de la organización armada, ocurrida a mediados de 1979, de la que pocos militantes salieron con vida.
"Quiero aclarar que la contraofensiva (la introducción de militantes en plena dictadura para forjar la resistencia) no fue una decisión apresurada ni personal. Se evaluó durante más de un año y fue votada por el ciento por ciento de los montoneros. Y todos sabíamos muy bien que las consecuencias iban a ser graves", enfatizó Firmenich.
Sin embargo, las sospechas de militantes montoneros y de otras organizaciones peronistas de izquierda apuntaron luego a la fiabilidad de Firmenich y de otros dirigentes de la organización armada.
Reinstalado en su casa de Vilanova i la Geltrú, el ex guerrillero recordó también que la contraofensiva se comenzó a organizar a fines de 1977 y que, un año más tarde, "con las huelgas y las manifestaciones, vimos que el momento iba a llegar".
"Con la huelga general, en abril de 1979, (la contraofensiva) se llevó a cabo. Pero lo repito: nosotros no queríamos el poder sino que se vaya la dictadura y sentar las bases para el futuro. Todos sabíamos que era una acción con graves riesgos", subrayó Firmenich.
Cuando se le planteó que socialmente no se le adjudica a Montoneros esa acción, destacó que "tampoco se reconoce el apoyo a la dictadura ni que en el 70 éramos un fenómeno social".
"Socialmente tampoco se reconoce que la gente llenó la Plaza de Mayo por las privatizaciones y tantas otras cosas. Es decir, socialmente también se debe generar autocrítica", reprochó.
La integridad moral Consultado sobre los ataques a su integridad moral y las sospechas de su vinculación con agentes de inteligencia, Firmenich se quejó de que "hace 30 años que vengo, y venimos, sufriendo difamaciones".
"Desde el asesinato de (Pedro Eugenio) Aramburu vienen diciendo que trabajábamos para (Juan Carlos) Onganía. Pero lo puedo jurar por mi integridad moral. ¿O acaso cree que mis antiguos compañeros no me defenderían como lo hacen si tuvieran alguna duda sobre mi forma de actuar? Esto es parte de la manipulación política", concluyó Firmenich.
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