Deuda saldada

Duendes se quedó con el clásico del barrio

Pablo F. Mihal / Ovación

El clásico del barrio Las Delicias prometía más de lo que fue. La expectativa por este nuevo enfrentamiento era más grande que lo que produjeron a lo largo de los ochenta minutos donde finalmente Duendes se impuso a Universitario por 22 a 16 con bonus incluido. Así el conjunto verdinegro prolongó su racha ganadora ahora a la X edición del Nacional de Clubes, certamen que organiza la UAR.

Fue un típico clásico de dientes apretados donde ninguno regaló nada. Quedó evidenciado que ambos equipos se conocen y mucho. Para el ganador fue un partido complicado, no obstante pudieron saldar esa deuda pendiente que significó la derrota sufrida en semifinales del torneo del Litoral.

Una vez más Universitario demostró sus condiciones y la calidad de sus hombres para medirse con el campeón del Interior al que le costó entrar en ritmo. Durante el primer tiempo, el dominio territorial y la posesión de la pelota fue para el visitante, que utilizó el pie inteligentemente para poner la pelota a las espaldas de los verdinegros y complicarlos.

Con mucho control y moviendo permanentemente la pelota, Universitario fue encontrando los espacios y generó peligro. A los 13', un clarísimo try penal a su favor que no fue sancionado por el árbitro Lucas Diez Rodríguez (que tuvo una tarde para el olvido incluyendo fallos muy confusos y cuestionamientos de ambos lados) fue la muestra de que no se presentaba como un partenaire.

Lejos de caerse, Uni insistió. Presionó a Duendes y lo obligó a equivocarse. Caterina empezó a sumar de a tres y a estirar las diferencias.

Duendes no reaccionaba pero en el primer chispazo demostró porqué es un equipo peligroso. Escalante burló las marcas, se abrió camino entre camisetas azules y negras y llegó al try.

Más allá de eso, pareció que Uni era más, sobre todo por la actitud que sus hombres le ponían a cada jugada. Lejos de ver si Duendes se despabilaba o no, tomó las riendas del partido y fue a jugar lejos de su ingoal. Buscó y tuvo su premio en el try de Morcino, que fue una bisagra en el partido ya que después de esa anotación Duendes cambió radicalmente su planteo.

El verdinegro empezó a tener más la pelota y con control empezó a incursionar en la última línea visitante, que no ahorró esfuerzos para detener cada embate. Recién cuando el primer tiempo expiraba, Duendes pudo quebrarla con el try de Bianchi. El panorama para el complemento pintaba distinto.

El marcador obligó a Duendes a salir de su letargo. Con poco se había puesto a tiro pero la mayor deuda pasaba por lo que tenía que generar. Y en el segundo tiempo salió decidido a dar vuelta la historia. Jugó profundo ya que lateralizando el juego era imposible ganarle la pulseada a Uni y así fue ganando terreno.

Disputado pero muy deslucido (en gran parte por la labor de los encargados de impartir justicia), las acciones fueron poniéndose cada vez más ásperas, donde ninguno escatimó tackles.

Y fue en los momentos decisivos cuando Duendes sacó a relucir su oficio. Con paciencia y también con inteligencia inclinó la balanza. Simón Boffelli apoyó y dio vuelta un marcador adverso y el Monito Bianchi le puso la cereza al postre con un try que aseguró la victoria y que de yapa, le trajo un bonus bajo el brazo.

Duendes arrancó con una victoria estimulante.