| sábado, 25 de octubre de 2003 | Newell's derrotó a Vélez jugando bien Alejandro Cachari / La Capital Capital Federal (enviado especial).- Tres momentos culminantes para un triunfo resonante. Tres instantes que marcaron a fuego la goleada rojinegra en Liniers. Una atajada formidable de Palos a los 15 minutos para tirarle al córner el gol al Roly Zárate, un golazo de Silvani a los 31' por la concepción de la jugada para abrir el partido y la expulsión de Maximiliano Bustos a los 4' del complemento para que las diferencias quedaran marcadas no sólo en el resultado sino también en el desarrollo. Newell's le ganó a Vélez 3 a 0 y en media hora justificó no sólo el triunfo sino también sus aspiraciones. Porque en ese lapso fue contundente, inteligente y mostró por primera vez en el campeonato atisbos de un equipo compensado.
Fue un partido bastante difícil de comprender en el inicio porque el desorden le ganó la pulseada ampliamente al juego de conjunto. En ese marco, Jonás Gutiérrez, Bardaro y Zárate hacían protagonista a Vélez, que además sumaba una doble marca que inmovilizaba a Jairo Patiño.
El equipo de Veira se parecía mucho al de tantos otros partidos, era muy difícil adivinarle una línea de juego; se perdía en el desorden y sufría más de lo que podía generar. Por suerte para la Lepra, Vélez llegó con real peligro apenas dos veces. Primero fue aquella extraordinaria atajada de Palos y después una entrada vacía de Buján que tiró la pelota a las nubes.
Hubo una ráfaga, aquella que empezó Julián Vásquez, que siguió Patiño, que continuó Rosales y que sentenció Silvani. Newell's se puso 1 a 0 sin merecerlo a los 31' y allí empezó a encontrarse. Por lo pronto, pudo manejar los tiempos hasta el final de la primera mitad.
La verdadera expresión futbolística llegó en el complemento, cuando Ñuls mostró muy probablemente lo mejor que ha hecho hasta aquí en el campeonato junto al triunfo ante River en el Monumental.
Colaboró enormemente la alevosa plancha de Bustos sobre Rosada a los 4' del complemento. Por entonces, el equipo del Bambino había mostrado síntomas de inteligencia que empezó a ratificar minuto a minuto. Tácticamente se produjo una coyuntura decisiva. La expulsión de Bustos le permitió a Patiño liberarse de la doble marca y el colombiano tuvo mayor libertad para empezar a jugar con quien entendía el partido hasta allí, Walter Silvani.
Se habla de que apareció el equipo porque Newell's, más allá de los goles que después llegaron por parte de Bermúdez y Rosales, manejó compensadamente el desarrollo a pesar de algunos pasajes en los que Vélez le propuso cambiar golpe por golpe.
Bermúdez selló el partido a los 15', Rosales le puso el moño a los 27', pero fundamentalmente apareció la dimensión de equipo mínima imprescindible como para creer que este conjunto, jugando así, tendrá chances de darle pelea a Boca en lo que puede ser el punto de inflexión del campeonato para los rojinegros. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Julián Vásquet va a abrazar al Patrón Bermúdez. | | |