 | lunes, 20 de octubre de 2003 | Una historia marcada por los errores La ciudad de Santa Fe se asentó entre los años 1550 y 1651 en terrenos con cota 17 a 18 y se fue expandiendo paulatinamente hacia el río Salado. Para el año 1878 se había extendido entre las cotas 14 y 15, a pocas cuadras de la actual avenida Freyre, y en 1912 se había superado la altura de calle Mendoza con cota 13.
A partir de allí comienza una política de desaciertos. Ordenanzas desactualizadas, otras que no se cumplen y la permisividad queda en vigencia como norma. Loteos en zonas inundables y permisos para urbanizaciones por vía de excepción, en forma indiscriminada, se rigieron por la ausencia total de una política en la materia.
En la década del 70 se sanciona una ordenanza con la exigencia de una cota mínima 15 para urbanizaciones. Luego se dictan otras normativas (en 1986 y 1999) que contemplan ajustes vinculados al uso del suelo así como al riesgo hídrico.
Sin embargo, todo esto fue tardío por distintos motivos: uno es la expansión urbana anterior a las normas y el otro porque no se terminó con la permisividad para los asentamientos precarios. Para colmo se concretaron obras estructurales con escasa luz de escurrimiento, todo lo cual motivó graves consecuencias.
El detalle sobre las obras estructurales a las que refiere el proyecto de rezonificación se focaliza sobre el terraplén Yrigoyen, construido en pleno valle fluvial del Salado.
Esta defensa dio seguridad y protección pero produjo una mayor expansión demográfica hasta el borde y así anuló reservorios y una capacidad de almacenamiento para evitar que se inunde por lluvias.
El otro dato es el que tiene que ver con la construcción del puente de la autopista Santa Fe-Rosario. En este caso, a pesar de un informe que aconsejaba otra cosa, la Dirección Nacional de Vialidad resolvió edificar el puente con la misma luz que tenía el que se cayó en 1973, es decir, aproximadamente 150 metros. enviar nota por e-mail | | |