Año CXXXVI Nº 48181
La Ciudad
Política
Economía
Información Gral
Opinión
El Mundo
Escenario
La Región
Policiales
Página Solidaria
Cartas de lectores


suplementos
Ovación


suplementos
ediciones anteriores
Educación 18/10
Campo 18/10
Salud 15/10
Autos 15/10


contacto

servicios

Institucional

 lunes, 20 de octubre de 2003

El clásico
Un punto, dos significados
El empate dejó un mejor horizonte para Central

Sergio Faletto / Ovación

Todavía se escuchan los ecos de la polémica que desató el gol que Horacio Elizondo le anuló a Mariano Messera. Aún está latente en la retina el zapatazo de Jairo Patiño que depositó la pelota en el ángulo superior izquierdo de Gaona. Todavía está vigente la alegría de Leonardo Talamonti al sellar la igualdad. Pero todo esto ya fue. Los detalles quedarán registrados en la historia, los que algún día los memoriosos clásicos instalarán en una mesa de café. Lo que sí quedará bien registrado es el resultado, fundamentalmente a la hora de analizar y proyectar el actual Apertura. Por eso la igualdad deja un mejor horizonte para Central, que sumó de visitante y aún mantiene una posición expectante en el torneo, a pesar de que Boca volvió a ganar y ahora la diferencia con los canallas es de cinco puntos.

Distinta es la situación de Newell's, que debía ganar el clásico en su estadio para así alcanzar a su tradicional rival en las posiciones y estacionar su equipo en el lote que pugna por pelear arriba. Si bien quedan todavía nueve partidos por jugar, los ocho puntos que le lleva Boca se presentan complicados de descontar. Y el objetivo original de disputar la cima comenzó a diluirse.

La sensación preponderante después del clásico ubica en una mejor posición a Central, y no sólo en las posiciones, porque el equipo de Russo fortaleció su estado anímico y sus convicciones luego de exhibir la actitud y madurez necesarias para afrontar quizás el partido más complicado por todo lo que un clásico implica.

Central ratificó ayer la idea de que será un difícil escollo para los rivales que vienen. Y los próximos no son adversarios de simple resolución, porque a la vista está el Independiente de Chiche Sosa que busca recuperarse con desesperación. Y después, a la vuelta de la esquina, está River en el Monumental, otro adversario que necesita oxígeno y que quizás para ese entonces ya sea conducido por un entrenador que no se llame Manuel.

En Newell's, en cambio, ahora se instaló la necesidad de obtener sendas victorias para estabilizar una situación que comienza a preocupar, porque el Bambino Veira consiguió la mejor respuesta en materia de refuerzos para ser protagonista, pero el empate de ayer lo deja en un papel secundario.

Newell's ratificó ayer que tiene individualidades de jerarquía, pero volvió a comprobar que las mismas no son suficientes si no se alcanza un ensamble colectivo, porque la conjugación de ambas cosas es la que permite la constitución de un equipo eficiente.

El tiempo se acorta y la distancia con la cima se acrecienta. A los rojinegros les urge sumar de a tres. Ahora debe visitar a Vélez y después recibe a Boca. Dos partidos que indicarán con nitidez para qué está este Newell's de Veira.

El clásico ya fue. Sólo queda el empate. Una unidad para cada uno. La misma cantidad. Pero una significación diferente. Porque a Central el punto todavía le sirve.

enviar nota por e-mail

contacto
buscador

Ampliar FotoFotos
Ampliar Foto
El Chaqueño Herrera pelea con Gastón Aguirre.

Notas Relacionadas
Empate en el clásico con sensaciones disímiles y polémica


  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados