| domingo, 19 de octubre de 2003 | Mil versiones sobre el caso Con una inusitada popularidad exaltada por ser el único testigo del crimen que llevaría a la cárcel al ex campeón, Báez tejió mil versiones sobre ese episodio. ¿Sería cierto, lo dicho por este personaje que de la noche a la mañana cobró una fama inusitada?
Pasó por canales de televisión, tuvo contacto más que continuo con la prensa y le pasó cerca la posibilidad de hacer cine.
En la madrugada del 14 de febrero de 1988 tres personas iban a protagonizar un episodio que sacudiría al pueblo argentino, acaso en el hecho policial con mayor trascendencia. Una de ellas, el ídolo Carlos Monzón, sería el asesino; otra, Alicia Muñiz, la víctima, y la restante, un desconocido cartonero, Báez, el testigo principal que aportaría datos claves para la investigación.
Según recordó ayer el diario La Capital de Mar del Plata, a fines del año 1994, Báez publicó un libro en el que contaba su versión del crimen, una versión que debido a su irrefrenable afán de trascendencia lo llevó a estar procesado por falso testimonio durante seis años. No obstante, su relato fue considerado de manera parcial por los jueces en el momento de sumar pruebas contra el ídolo boxístico.
Báez aseguró haber recibido 34 amenazas de muerte y el rechazo de toda la gente, la cual le llegó a "arrojar ladrillos desde los edificios cuando pasaba con el carro juntando cartones". En su libro Báez dijo que no le permitieron saludar en la cárcel a Monzón cuando asistió con la idea de preguntarle "por qué, si él tenía tanta fama, dinero y mil mujeres tuvo que matar a la madre de su hijo".
La popularidad de Báez, en muchos casos negativas y cimentada en una base de descreimiento, fue tal que hasta el propio Diego Armando Maradona lo utilizó en una comparación con el presidente de Boca Juniors, Mauricio Macri. En una ocasión, precisamente, Maradona dijo irónicamente que "Macri parecía el cartonero Báez", ya que aparentaba no tener dinero para comprar jugadores. enviar nota por e-mail | | |