| domingo, 19 de octubre de 2003 | Las claves para entender la debacle El comportamiento de la industria del calzado en Rosario ha sido muy errático en su evolución con una tendencia al estancamiento desde los ochenta y una caída importante a partir de 1998, asegura un estudio realizado por el Instituto de Investigaciones Económicas de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Rosario.
El estudio establece que la disminución en el número de empresas y la menor presencia a nivel nacional demuestran que el sector perdió competitividad y no pudo adaptarse a las condiciones cambiantes del mercado.
Para los analistas la apertura de la economía implicó la invasión de productos importados del sudeste asiático y de Brasil. La producción mundial se había concentrado en pocos países, con gran tecnificación y bajos costos, en especial de la mano de obra. Algo que junto a las importaciones, que absorvieron gran parte de la demanda por los menores precios, la caída del consumo a partir de 1998 agravó la situación de las firmas del calzado.
También es necesario recalcar que la situación socioeconómica ha provocado que el consumo se desplazara hacia bienes de inferior calidad y de materiales sustitutos, con lo cual pierden participación las firmas de cuero, de media y alta calidad, que caracterizaron a una gran parte de las firmas locales.
Haciendo un poco de historia se ve que en 1974 y 1985 el sector de calzado pertenecía a la subrama 3240, en la cual sólo se incluía el calzado de cuero. En 1994 se analiza la rama 19, que se corresponde tanto con el curtido del cuero, calzado y talabartería, así como el calzado de otros materiales y partes de los mismos.
Si se toma al CNE de 1974 como aquel que brinda el panorama existente al final del modelo sustitutivo de importaciones, se puede observar que en la ciudad existían 179 establecimientos fabricantes de calzados de cuero. Diez años después, post apertura del período Martínez de Hoz los mismos habían disminuido a 145, significando una reducción del 20%, superior a la manifestada por el total de la industria rosarina que fue del 17%
El panorama se agravó aún más durante la vigencia de la convertibilidad, ya que en 1994 existían sólo 56 establecimientos dedicados a las actividades de toda la rama 19. Esto significa una disminución de, al menos, un 62%, mientras en la industria local desaparecían en promedio un 25% de sus establecimientos.
Un dato para tener en cuenta es que en Rosario se asentaron fábricas tradicionales originadas en artesanos, generalmente italianos, que pudieron desarrollarse como fabricantes gracias a la gran demanda que generaba la región en las épocas de crecimiento, posteriormente estas fábricas se subdividieron y se mantuvo el perfil de empresas unipersonales o pymes con marcado acento individualista a la hora de la toma de decisiones. enviar nota por e-mail | | |