| domingo, 19 de octubre de 2003 | Producción. El sector muestra una incipiente reactivación, pero afronta contratiempos coyunturales y estructurales para crecer La industria del calzado busca de a poco un nuevo lugar en el mercado La crisis de los 90 dejó sin mano de obra especializada a las fábricas. La capacitación es básica en esta nueva etapa Patricia Martino / La Capital La industria del calzado vuelve a recorrer el camino de la productividad. Después del derrumbe del sector en los años de la convertibilidad, cuando los productos importados invadían los comercios argentinos y el consumo pasó de cuatro pares por año por persona a dos, los empresarios locales comienzan tímidamente a ganar en el mercado.
La reapertura de muchos talleres, luego de la devaluación, se pudo realizar porque el empresariado local, al igual que ocurrió con otros sectores, se largó a tapar los baches que dejaban la falta de productos importados. Aunque esto sirvió para comenzar a mover el sector, la posibilidad de exportar o el aumento del consumo interno son las variables aún ausentes para consolidar la reactivación.
Otra de las dificultades a la que se deben enfrentar las fábricas locales es la escasez de mano de obra especializada. En la época de crisis del calzado se perdió gran cantidad de obreros especializados, por ejemplo en el aparado (costura de capellana), por lo cual hoy en día se hace difícil la contratación de personal.
Para solucionar este obstáculo la Municipalidad de Rosario, junto a la Agencia de Desarrollo Región Rosario (Aderr), están desarrollando un programa de apoyo, fundamentalmente en el tema de capacitación. Además la cámara que nuclea a las empresas del sector también está trabajando en la formación. La idea es recuperar el oficio perdido.
Los mercados posibles Si bien durante el 2002 la exportación se convirtió en una opción real por contar con un dólar a 3,60 pesos, este año con la moneda estadounidense oscilando entre los 2,80 y 3 pesos los mercados internacionales no se convierten en una opción tan tentadora.
El principal obstáculo al momento de pensar en exportar es que el cuero, uno de los principales insumos, ató su precio al dólar porque en su mayoría se vende fuera del país y el costo en el mercado interno subió. Esta situación produjo que el calzado argentino no tenga un precio internacional competitivo y que los mercados externos no sean redituables para los fabricantes locales. Los escasos volúmenes de producción también juegan en contra.
Alberto Serra, gerente de la Cámara de la Industria del Calzado de la provincia de Santa Fe, explicó que pese a que ni el salario (exceptuando los 200 pesos impuestos por el gobierno), ni los servicios incrementaron sus costos, el precio del cuero hace muy difícil la exportación y por eso sólo una de las grandes empresas de la región llega vender en el exterior.
Por otra parte, Angel Elías, secretario de Producción de la Municipalidad, consideró importante que las empresas del sector se inclinen por el asociativismo para alcanzar nuevos mercados y conseguir mejores precios de materias primas.
"Sería interesante conformar un consorcio exportador de calzado en la ciudad al igual que se hizo en otros rubros. Si las empresas se juntan el poder de compra es mayor. El camino no es fácil pero los resultados son muy interesantes", destacó el funcionario.
En tanto, Serra comentó que el año pasado la cámara conformó un grupo exportador de calzado y marroquinería pero que en el 2003 la baja del dólar los jaqueó.
Qué pasa con la mano de obra No obstante, la industria del calzado se encuentra ante un escenario positivo y Serra aseguró que para esta temporada se estima que van a venderse todos los zapatos que se fabriquen. "Las fábricas tomaron mano de obra y están actualizando su infraestructura, incorporando tecnología, para cumplir con la demanda", precisó.
Sin embargo, el dirigente advierte que la falta de financiación hace frenar la posibilidad de ampliación de algunas empresas. "Algunas fábricas tienen la oportunidad de producir más y no pueden hacerlo porque no tienen recursos para comprar insumos o maquinaria", señaló.
El plan de la financiación Desde la Municipalidad se baraja la posibilidad de diseñar un plan de financiación para el sector a través del Banco Municipal. En la medida que la reactivación se haga sustentable en el tiempo la demanda de inversión en equipamiento crecerá y en el Palacio Vasallo consideran que deben apoyar el camino de la recuperación de la industria del calzado.
Actualmente en Santa Fe hay 130 fábricas en actividad y el polo productivo más importante se encuentra en Rosario. Aunque en su mayoría se trata de empresas familiares con una pequeña cantidad de empleados (entre 15 y 20), la región también cuenta con grandes empresas, como Grimoldi en Arroyo Seco o Beb's en Rosario, que emplean a más de cien trabajadores.
Según Serra, la industria del calzado de la provincia está muy bien posicionada en todo el país y son totalmente competitivas frente al resto. Santa Fe, Buenos Aires y Córdoba concentran la mayor actividad del sector.
No hay dudas que la caída del consumo y el avance de Brasil se convirtieron en los principales enemigos del sector por eso el parate del ingreso de productos importados fue visto con buenos ojos. Pero ahora el mercado argentino vuelve a recibir mercadería del exterior y la voz de alerta de los fabricantes locales ya suena en más de una ocasión.
Un dato a tener en cuenta es que durante el 2000 se importaron 30 millones de pares de calzado y la producción local apenas superó esa cifra fabricando 40 millones de pares en todo el año.
Otra cifra para considerar es que desde enero a agosto de 2003 ingresaron desde Brasil 3 millones de pares de calzado, pero sólo en septiembre llegaron 2 millones y esto despertó cierta alerta en los empresarios locales. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Los talleres comenzaron a trabajar a buen ritmo. | | |