| sábado, 18 de octubre de 2003 | Invitaciones y bromas en un clima distendido Néstor Kirchner aprovecha cada oportunidad para exhibir ante personalidad internacionales las virtudes de los glaciares del sur. "Podremos aprovechar para tomar un whisky con hielo de mil años", tentó a Lula Da Silva en el avión presidencial, antes de que ambos mandatarios arribaran a El Calafate. Mientras tanto, la esposa de Lula, Marisa Da Silva, intentaba enseñarle a Cristina Fernández un tradicional juego de cartas de Brasil. Ya a bordo del catamarán con el que visitaron el glaciar Perito Moreno, Kirchner señaló que irá "gustoso" al cumpleaños de Lula, el próximo 27 de octubre. Para devolver gentilezas, Lula le hizo otra invitación: "Así como Kirchner me mostró el glaciar yo le quiero hacer conocer la Amazonia". Aunque más acostumbrado al viento del sur que a las agobiantes temperaturas selváticas, el presidente argentino no dudó: "Sí, me animo". Siempre distendidos e informales, Lula señaló que "la verdadera integración que soñamos será cuando un brasileño baile un buen tango y un argentino un buen samba". Kirchner prolongó la broma y aseguró que la verdadera integración será "cuando la final de fútbol sea entre Racing y Corintihans". Ambos presidentes ofrecieron una conferencia de prensa luego de compartir un almuerzo donde disfrutaron del cordero patagónico en la hostería Los Notros. enviar nota por e-mail | | |