Accidente inverosímil

En 11 días se cumplirá un año desde que María Marta García Belsunce apareciera muerta en el baño de su casa del country Carmel de Pilar. Fue la tarde del 27 de octubre de 2002. Su esposo Carlos Carrascosa y el resto de sus familiares sostuvieron la hipótesis de que todo había sido un accidente: con torpeza y mala suerte, la mujer había resbalado de la bañera y se golpeó la cabeza, explicaron. Pero una serie de indicios abrió las sospechas en los días posteriores. Y un mes y medio después de la muerte, una autopsia reveló que había recibido cinco balazos en la cabeza y que un sexto proyectil no entró y los familiares de la víctima lo tiraron al inodoro argumentando que era un pituto, como dieron en llamar a una grampa de sostén de estantes. "En cualquier causa penal donde hay un homicidio, las familias tienden a golpear la puerta y pedir explicaciones. En esta causa, los únicos que me golpean la puerta son los amigos de María Marta", dijo el fiscal Molina Pico en referencia a Susan Murray de Prillick e Inés Ongay, íntimas amigas de la víctima que fueron dos de las testigos que declararon contra Carlos Carrascosa.