| viernes, 17 de octubre de 2003 | El avance de los protestantes Los cardenales latinoamericanos han logrado una mayor influencia en el Vaticano desde que Juan Pablo II fue elegido Papa hace 25 años, pero enfrentan un desafío serio ante el fortalecimiento de los grupos protestantes en la región.
Varios académicos dicen que el porcentaje de protestantes en América Latina, la mayoría evangélicos y pentecostales renacidos, se ha duplicado con creces en el último cuarto de siglo.
"No hay duda de que la Iglesia Católica ha perdido terreno en América Latina. Sigue siendo la religión dominante pero ha perdido su monopolio", dijo Daniel Levine, científico político de la Universidad de Michigan.
Cerca del 12 por ciento de los 500 millones de latinoamericanos ahora son protestantes, comparado con aproximadamente un cinco por ciento a fines de la década de los 70, dijo el autor brasileño Paul Freston, experto en grupos pentecostales en la región.
Los observadores del Vaticano pronostican que el sucesor de Juan Pablo II podría ser un latinoamericano, en reflejo del cambio en el poder del clero hacia el Tercer Mundo, donde viven la mayoría de los católicos.
Entre los posibles candidatos hay cardenales de Honduras y Guatemala, que paradójicamente ahora tienen las mayores comunidades protestantes.
Varios analistas dicen que las tendencias conservadoras de Juan Pablo II han alejado a muchos de la iglesia en América Latina y han socavado la "teología de la liberación" católica que fue popular en la década de los 70 y los 80.
Sin embargo, el hecho de que la Iglesia Católica no haya mantenido el ritmo de cambio en las tendencias sociales de América Latina, como el creciente papel de la mujer en la política y la urbanización, ha permitido que las iglesias protestantes ganen conversos.
Las iglesias pentecostales improvisadas están aumentando en las favelas de las ciudades brasileñas, donde ofrecen vehementes servicios religiosos a millones de campesinos que emigran a la ciudad.
La Iglesia Católica, considerada como exageradamente jerarquizada y distante, se ha quedado al servicio de los feligreses en las zonas rurales en decadencia.
"El sistema católico tiene más dificultades siguiendo los movimientos demográficos", dijo Freston. (Reuters) enviar nota por e-mail | | |