 | viernes, 17 de octubre de 2003 | 25 años. El Papa insistió en la importancia de dar el ejemplo Llamado a los obispos para que defiendan la paz, la justicia, a los niños y a los excluidos Instó a actuar con "fuerza y decisión" cuando sean funcionarios de la Iglesia los autores de abusos sexuales Juan Pablo II comenzó ayer la celebración de sus 25 años como Papa firmando un documento sobre los obispos católicos en el que expresó a los prelados que tienen que ser "defensores de la Justicia, la paz, los derechos de los niños y los excluidos".
El pontífice polaco, de 83 años, les reclamó además a los obispos, a través de un escrito de 210 páginas denominado "Pastores del rebaño", que actúen "con fuerza y decisión" cuando sean los funcionarios de la Iglesia Católica los autores de abusos sexuales.
Al mismo tiempo, destacó que la Iglesia se mantiene firme en su defensa del celibato obligatorio, y manifestó que debe entenderse "como una protesta contra la idolatría del apetito sexual" y "una especie de terapia para la humanidad".
La exhortación apostólica, que Juan Pablo II firmó en el Aula Pablo VI del Vaticano rodeado de cardenales, obispos y sacerdotes, cierra el Sínodo de obispos que se celebró en el Vaticano en el año 2001.
Tras la firma, el obispo de Roma pronunció un discurso y, como ya es habitual, leyó sólo el primer y último párrafo, los dedicados a los agradecimiento, mientras que el resto fue leído por el "número tres" del Vaticano, el arzobispo argentino Leonardo Sandri.
En su discurso, Juan Pablo II también afirmó que el obispo tiene "la obligación de enseñar con franqueza apostólica la fe cristiana, presentándola de manera auténtica".
"No puede ser un burócrata" "El obispo no puede ser un burócrata o un funcionario -afirmó el pontífice-, sino un pastor con un estilo de vida similar al de Cristo, pobre y humilde, y proclamando la verdad".
Además, volvió a animar a los obispos en el camino ecuménico, "para que la Iglesia brille entre los pueblos como estandarte de unidad y de concordia" y les dijo que "tienen que ser promotores del diálogo interreligioso".
También, el Papa aprovechó el jubileo por el 25 aniversario de su pontificado para defender su primado, rechazando la posibilidad de que los 4.000 obispos de todo el mundo tengan mayor poder de decisión. "El principio y el fundamento de la unidad de la Iglesia y de la congregación de obispos es el Papa", afirmó.
"El ejercicio de la sede de Pedro es una auténtica ayuda para el bienestar de la Iglesia y de las iglesias locales", señaló en su llamado a la obediencia al obispo de Roma.
Los obispos deben ofrecer un ejemplo al clero y a los fieles a través de una vida sencilla y abstinente, apuntó Wojtyla, subrayando la castidad y la oración como virtudes fundamentales. También deben mantener el contacto más estrecho posible con los curas y los feligreses, y evitar que los trabajos administrativos los alejen de la actividad espiritual. Las tareas económicas pueden delegarse en personas competentes, según el consejo papal.
Además, deben preocuparse por el ecumenismo, pero prestando atención al "riesgo de gestos poco pensados que puedan dañar el camino a la plena unidad". Según los vaticanistas, Juan Pablo II se refería con esta frase a la celebración conjunta de la Ultima Cena con protestantes.
La correcta celebración de la misa debe ser atendida. "Esto incluye una corrección decidida y oportuna de los abusos y la eliminación de arbitrariedades en el ámbito litúrgico". (AFP) enviar nota por e-mail | | Fotos | | Los prelados y su labor, eje central del documento | | |