Sistema agotado

El juez Artigas dejó en claro que el sistema de la Justicia de Menores está agotado. Es que la exasperación de los delitos juveniles conducen a los tribunales a ocuparse de las cuestiones penales en desmedro del tratamiento que permita el resguardo del adolescente, que es lo que fija la ley. Así lo reflejó el magistrado: "Este es un caso (Adorna) que va a dejar planteado si se puede o no seguir trabajando cómo estamos haciéndolo nosotros: que a la vez somos jueces de instrucción, correccionales y de crimen. Que tenemos un mes de turno cuando los juzgados de instrucción tienen 7 días". Artigas planteó que es esencial que se defina "si los jueces de menores deberemos ocuparnos de la parte tutelar solamente y que haya un juez que investigue y otro que dicte sentencia. Yo así no estoy cumpliendo con la verdadera función del juez de menores. No me dan los tiempos. Estoy atendiendo este caso y no puedo atender otros. Es el gran drama que tengo hoy".