 | jueves, 16 de octubre de 2003 | Gabriel Goity y Jazmín Stuart rodaron ayer las escenas principales del filme "Tremendo amanecer" Una larga noche para soñar con vampiros Gustavo Postiglione dirigió a los actores en un boliche costero y en el túnel del Parque de España Fernando Toloza / La Capital El rodaje de "Tremendo amanecer", la película de vampiros de Gustavo Postiglione, es en sí mismo un espectáculo. Casi un género, con su lógica y su estética, con sus demoras y su efectividad. El realizador filmó las escenas más importantes del largometraje el martes desde las 18 hasta pasadas las 6 de ayer, en dos locaciones de lujo y con el elenco a pleno acompañado por una treintena de extras. Fueron más de doce horas en las que hubo sorpresas, gestos típicos de cualquier rodaje, noticias y dosis de talento, apreciables especialmente en Gabriel Goity, quien con un solo parlamento conmovió hasta los ladrillos del túnel del Parque de España, la locación donde se estableció el set a las 2.30 de ayer.
El martes el rodaje se puso en marcha, en forma visible, a las 18 en una casa del macrocentro, desde donde partió una motorhome -un colectivo de larga distancia equipado con camas, cocina, living, televisores, baños- llevando al equipo técnico, algunos actores y la primera de las sorpresas: el cineasta Rodolfo Durán, director de "Cerca de la frontera", un filme con Ulises Dumont y Leonor Manso. Durán se llegó a Rosario para filmar una parte de su película documental "Dirigido por", sobre los cineastas argentinos y sus diferencias, entre los cuales se contarán Postiglione y Héctor Molina.
La segunda sorpresa fue Coki Debernardi (el vampiro Dante en el filme) tocando la guitarra en la motorhome. El gesto, extraño para quien no estaba al tanto del guión, era nada más ni nada menos que un pequeño ensayo, porque Debernardi canta una canción propia en la película, canción que le sirve para conectarse con personaje de Stuart.
La tercera sorpresa, más relacionada con una noticia, fue que Héctor Molina vendió su película "Ilusión de movimiento" a Brasil. La cuarta, la gentileza de Stuart, quien al abordar la motorhome, tacos altos en la mano, besó a todos y cada uno, con una espontaneidad creíble y ganándose, seguro, un lugar en el corazón de más de uno.
El rodaje en el boliche La Usina recreó la escena en la que el vampiro Dante se encuentra con su amada Julia. Coki Debernardi fue matando el tedio con una guitarra mientras practicaba la canción que debía tocar y haciendo algunos minicovers. A veces melancólica, la música concordaba con el atardecer. Otras veces, más frenética, pautaba el apuro para iniciar la filmación.
La gran tentación La comidilla de esta parte del rodaje fue la tentación. En el encuentro entre Dante y Julia, Debernardi se tentó con una risa y contagió a Stuart. El efecto duró su buena media hora. La escena movía a los dos actores a la risa y quizá fue una especie de disfraz de los nervios.
Pero no fue una estrategia para romper el hielo. "Nunca se me hubiera ocurrido semejante estrategia para romper el hielo", le dijo Stuart a Escenario. "Coki ponía una cara que me hacía reír y supongo que a él le pasaba lo mismo conmigo, y nos tentábamos. A veces pasa", agregó la actriz.
"Siempre es mejor estar tentado que estar con cara de culo. Es mucho más agradable", explicó por su parte Debernardi y negó que haya sido una táctica para entrar en confianza con su partenaire. "Con Jazmín nos conocíamos y es más fácil si te reís", contó.
Mientras se terminaban los últimos detalles para arrancar la filmación, una pequeña multitud hizo su aparición. Parecían estudiantes, y quizás lo eran, pero en el juego del rodaje eran los extras para ambientar la escenas. Una de la parte de los extras, porque hubo otra, más espectacular, que se dio cita en el túnel del Parque de España, la otra locación del rodaje, donde se filmó la escena final, con tiros, sangre y un doble incluidos.
El túnel del Parque de España, en Sarmiento y casi el río Paraná, es en el filme un callejón adonde el vampiro Dante acude a comprar sangre. Allí lo van a buscar el cazavampiros Homero (Goity), el policía y proxeneta Ramírez (Gustavo Guirado) y su pupila (Natalia Leggio).
Para la escena, la producción de "Tremendo amanecer" convocó cerca de veinte extras de aspectos impactantes. Entre todos se destacaba la drag queen Hollywood, pero que en el filme cumplió un papel de travesti. A su vez, había chicas de negro, con tachas y piercings, jóvenes bebedores de cerveza, un choripanero con carrito, algún perro llegado por su propia iniciativa.
Mientras el grupo de extras esperaba en la esquina de la Misión del Marinero, no dejaba de llamar la atención de los pocos autos que circulaban antes del corte de calles por personal de Tránsito municipal.
En el túnel el actor Gustavo Guirado mostró la incredulidad y cretinismo de su personaje, el policía Ramírez. Un tipo corrupto que está molesto porque el tema del vampiro lo saca de sus pequeños y turbios negocios. "No le tiene miedo ni le da bola. Está enojado con él porque lo saca de sus asuntos", le contó Guirado a Escenario sobre su personaje.
"Cruzó todos los límites. Está quemado por el alcohol y las drogas", agregó Guirado, quien reveló que compuso al personaje desde un realismo cercano a la novela negra antes que a las historias de vampiros.
Según la trama del filme, Ramírez es asignado para ayudar al cazavampiros (ver "Ser Anthony Hopkins"), "un tipo con un delirio místico que también molesta a mi personaje", definió Guirado.
En el callejón Ramírez y el cazavampiros Homero hallan a Dante. El encuentro es una de las escenas más impactantes. El personaje de Goity le grita al tomasangre "En el nombre del Todopoderoso, y en memoria de George y Lucio" con tal convicción y con un sutil cambio de tono a la vez que levanta comentarios entre los numerosos curiosos y extras .
Debernardi se pasea por el callejón con un aire de tristeza. No se sabe bien qué le ha pasado a su personaje (hay que ver la película entera para saberlo), pero lleva en sus pasos la decepción. En esa atmósfera se produce el encuentro y ni la cruz, ni el ajo ni el agua bendita surten efectos. Hay chistes con el ajo. Debernardi bromea sobre el olor que le ha dejado en las manos y Goity canta "quiero ver muchos más delirantes por ahí". Se empiezan a escuchar los primeros gorjeos. Aún no se ve la luz del día pero los pájaros ya lo saben y sin que haga falta reloj la gente de la producción de "Tremendo amanecer" se acelera. Viven la vida del vampiro y para ellos, como para este descendiente del terrorífico Drácula (terror al parecer ausente en el filme de Postiglione, aunque por algunas de las locaciones se sospeche algún clima ominoso, como el que puede aportar una morgue), el despuntar del día es fatal.
Entonces parece adecuado que la escena con Jazmín Stuart corriendo una veloz carrera por el túnel se produzca a estas horas. Es normal que la actriz se desplace cada vez a mayor velocidad esquivando los freaks de ficción del filme en busca de su amado, quien ha sucumbido o está a punto de sucumbir a su cazador.
Y allí llega la última de las sorpresas. Carlos Resta, uno de los actores fetiche de Gustavo Postiglione, hace su aparición caracterizado como Dante. Resta es el doble sobre el que dispararán las balas de salva. Ha llegado nada más que para eso, dejando por unas horas el rodaje de la película con Pablo Trapero ("Familia rodante")que lo tiene ocupado por estos días. Todo parece cerrar con equilibrio, aunque en el camino queden secretos, anécdotas y pedidos sin realizar, porque, al fin y al cabo, ha sido nada más que otro día de rodaje. enviar nota por e-mail | | Fotos | | La filmación fue en el tunel de calle Sarmiento. | | |