 | martes, 14 de octubre de 2003 | El mediocampo: Zona intermitente aunque de jerarquía Un mediocampo que funciona en cuentagotas. Un volante central implacable y un Patiño generador de juego, con un ida y vuelta importante, jerarquía y extraordinaria pegada. Un Guiñazú impredecible que termina siendo útil a fuerza de intentarlo una y cien veces, y un Silvani que juega contranatura, presionado, pero ofrece un despliegue que lo transforma muy ocasionalmente en el enlace que pretende el entrenador.
El medio de la cancha es el sector más espasmódico de la estructura rojinegra. Jairo Patiño y Ariel Rosada se adaptaron casi mágicamente a sus respectivas funciones, pero tienen su contrapeso.
Guiñazú es un futbolista vertiginoso que generalmente aporta mucha más confusión que claridad, pero resulta una rueda de auxilio permanente para los defensores. Su aporte es mucho más trascendente de la mitad hacia atrás que del medio para adelante.
Lo de Silvani es un caso controversial. Cucurucho no es enganche y es el futbolista rojinegro más castigado por su función. El hace lo que puede, por eso no debería ser criticado con dureza. Silvani es delantero y juega de enlace. Resultado: no pisa demasiado el área y el equipo carece del nexo entre el mediocampo y los delanteros. enviar nota por e-mail | | |