 | martes, 14 de octubre de 2003 | Incorregibles Lejos de la algarabía musical que miles de rosarinos compartieron con las bandas militares, los burreros hicieron la suya. En una de las salas de las tribunas siguieron una a una las carreras de Buenos Aires por televisión. Nada pudo alterar el fervor de los fanáticos apostadores de caballos. enviar nota por e-mail | | |