| lunes, 13 de octubre de 2003 | Una infancia en Villa Cañás Cuando Elena Ambrosi tenía alrededor de 10 años fue convocada por Rosa Suárez García de Martínez (madre de las mellizas Legrand) para que se ocupara del cuidado del mayor de sus hijos, José Antonio (Joselo), un niño de algo más de dos años. Con el paso del tiempo -Elena no recuerda cuánto exactamente- nacieron las mellizas y los Martínez Suárez necesitaron de otra persona para que también colaborara en la atención de sus hijos, así llegó Bruna Ambrosi.
"Como Chiquita era más inquieta, la madre la dejó al cuidado de Bruna y a mí me dio a Goldi y Joselo, que siempre andaba agarrado de mi polleras", recordó Elena tras señalar que en su homenaje, Mirtha preguntó por Bruna, que reside en Tres Arroyos -ciudad donde hace unos años la diva la visitó- y por problemas de salud de su esposo no pudo estar presente en la ceremonia en Buenos Aires.
Las Ambrosi se criaron junto a los hermanos Martínez Suárez. "Jugábamos siempre en la plaza del pueblo, frente a su casa, y estuve con ellos hasta que crecí y mi mamá quiso que aprendiera a coser y hacer las demás tareas del hogar", evocó Elena.
Entre los recuerdos más preciados Elena guarda innumerables anécdotas, pero para ella lo que marcó la personalidad de Mirtha fue en los días posteriores a un cumpleaños de su hermano José, cuando unos vecinitos le pedían que les prestara un auto a pedal que le habían regalado. "Silvia le decía que lo prestara, pero ella no quería y se justificaba diciéndole: "No lo prestés porque es tuyo", entonces teníamos que intervenir", recordó. enviar nota por e-mail | | |