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 lunes, 13 de octubre de 2003

"En un primer momento no me reconoció, después se nos cayeron las lágrimas"
Elena, niñera de las Legrand, fue la gran emoción en el homenaje a Mirtha
Del brazo de Aníbal Ibarra, se volvió a encontrar con la diva de los almuerzos después de muchos años

Rosana Sirur / La Capital

Villa Cañás.- La presencia de Elena Ambrosi, niñera de los Martínez Suárez, marcó el momento más emotivo del homenaje que la Secretaría de Cultura de la ciudad de Buenos Aires le tributó a Mirtha Legrand. El encuentro se realizó en el marco de un sostenido aplauso del público y la diva de los almuerzos lo recordó con emoción en su programa posterior al acto desarrollado en el Hotel Alvear de la Capital Federal.

Ambrosi, de 88 años de edad, viajó desde Villa Cañás sin conocer cómo se desarrollaría la ceremonia. El jefe del gobierno porteño, Aníbal Ibarra, recibió a la delegación cañaseña y asignó un lugar especial para Elena, habían puesto un sofá con almohadones para que estuviera cómoda y a escasos metros del escenario. "Me dijeron que desde ahí iba a poder ver a Mirtha mejor que el resto del público", señaló la anciana cañaseña.


Invitación
En un momento de la noche del martes 7 de octubre la delegación cañaseña, encabezada por el intendente Alberto Romagnoli, el concejal Omar Angel Garavano (familiar de Legrand), su par María Amelia Rovea, además de familiares y amigos, subieron al escenario y le recordaron a Mirtha que debía visitar la ciudad para que se le brindara el reconocimiento por ser ciudadana ilustre de la pequeña comunidad del sur santafesino.

Mientras observaba el paso de sus compañeros de viaje, Elena se preguntaba: "¿Hicimos semejante viaje para ver cómo pasan los de Villa Cañás?", pero cuando el homenaje iba llegando a su fin Ibarra la fue a buscar y le pidió que lo acompañara; sorprendida cuestionó: "¿A dónde me lleva?".

Presa de una gran emoción, Elena no sabía qué decirle a la mujer que tendría en frente suyo y que conocía desde recién nacida. Mientras Mirtha despedía a sus invitados, Ibarra y su vicejefe de gobierno se acercaron a ella acompañados de Elena.

"En un primer momento Legrand no me reconoció, después comenzó a caminar despacio hacia mí. Me di cuenta que no me conocía, pero cuando estuvo a un metro dijo: "A esta señora yo la conozco", a lo que Ibarra le contestó: "Sí y la querés mucho también". Entonces se acercó aún más y yo le dije: "Soy Elena", y ahí se nos cayeron las lágrimas a las dos, fue una emoción muy grande, se abrazó a mí, me dio un apretón tan fuerte que no lo olvidaré mientras viva", recordó.

Las primeras palabras que ambas mujeres se cruzaron respondieron al interés de Mirtha por saber con quién había viajado hasta Buenos Aires, "porque al igual que yo no sabía nada de la sorpresa que le tenían preparada", dijo Ambrosi.

Hacía muchos años que Mirtha y Elena no se veían, la diva creía que más de 50, pero su niñera le recordó que compartieron un buen momento el 26 de octubre de 1991, cuando ella viajó a Villa Cañás para conducir un desfile de moda. "A Goldi (como la llama a Silvia, la melliza de Mirtha) la veo cada vez que viene, lo mismo que a Joselo (por José Antonio, el hermano mayor de las Legrand) que en cada uno de sus viaje a Villa Cañás pasa a saludarme y compartimos un café, como cuando éramos chicos", remarcó.

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Mirta y Elena se reencontraron en Capital Federal

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