| lunes, 13 de octubre de 2003 | Hallan restos de un gliptodonte en una casa de Granadero Baigorria Los fósiles aparecieron aunos dos metros y mediode profundidad, mientrasconstruían un pozo ciego Norberto Puntonet / La Capital Granadero Baigorria. - Restos fósiles de un gliptodonte fueron hallados en una casa de esta ciudad cuando sus dueños realizaban una excavación para un pozo ciego. Las tareas fueron suspendidas hasta mañana, cuando expertos vinculados a la Municipalidad baigorriense intentarían desenterrar las piezas óseas sin causarles daño.
El hallazgo accidental fue denunciado por Norma Beatriz Galeano, de 52 años, ante la comisaría 24ª de Granadero Baigorria, donde explicó que en su casa de calle Las Malvinas 2560, a dos metros y medio de profundidad, había encontrado fragmentos de un caparazón y de huesos que le resultaban desconocidos y de dimensiones que no parecían de un animal actual.
Según la policía "por las formas que tienen, se llegó a pensar que podría tratarse de una pieza de gliptodonte, o también de una antigua tortuga de agua, pero la gente del lugar cree que lo más probable es que sea un tatú carreta, hoy prácticamente extinguido en esta zona".
"Ayer, cuando los que están haciendo el pozo se encontraron con esta hermosa sorpresa y aparecieron los huesos mi marido, Eduardo Rogelio, hizo suspender la excavación", explicó la mujer a La Capital.
Mientras este diario realizaba la crónica del hallazgo, numerosos curiosos se acercaron la casa de calle Las Malvinas. Franco y Exequiel Valenzuela y Maximiliano Allesso, tres adolescentes que se sintieron atraídos por la versión del hallazgo que corrió en esta ciudad como reguero de pólvora, no salían de su asombro al observar los fósiles, aún en el fondo del pozo.
"Es alucinante pensar que por acá vivieron esos animales", señaló Franco con los ojos bien abiertos, mientras Maximiliano y Exequiel recogían pequeños trozos de huesos que contrastaban con el cobrizo color de la tierra amontonada en la calle.
Norma contó que su familia es oriunda de Rosario y que no hace mucho tiempo compraron el terreno donde están construyendo su casa. "Tuvimos que vender aquella propiedad y compramos este terreno para hecernos la casa. Nuestra familia está un poco disgregada y pese al apuro para terminar la obra, no queremos que se pierdan estas cosas tan importantes. Preferimos sacrificar un poco la reunión familiar hasta que se puedan sacar los fósiles sin romperlos, y que se puedan conservar en un lugar de Baigorria para que la gente los pueda apreciar", resaltó la mujer. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Un chico se sintió como un arqueólogo. | | |