| lunes, 13 de octubre de 2003 | Kerpen, la ciudad que fue toda de color rojo El centro de Kerpen, una pequeña localidad de 60.000 habitantes a 40 kilómetros de Bonn, fue inundado ayer por una marea roja que tenía un sólo fin: festejar al hijo pródigo, Michael, y su sexto título mundial.
Armados de banderas y cornetas, la mayoría vestidos de rojo como símbolo de identificación con el color de la escudería Ferrari, los fanáticos de Schumy se habían congregado desde hora temprana para seguir los pormenores de la carrera a través de las pantallas de televisión.
"Las transmisiones en pantallas gigantes tienen entretanto una larga tradición", explicaba el alcalde Ralf Vaskysers. "Si se vive aquí es casi una obligación ser un amante del automovilismo deportivo", reconoció el político sobre la influencia de Schumacher. enviar nota por e-mail | | |