La operación militar en Gaza dejó a 1.500 sin casa

Gaza. - Las tropas israelíes terminaron ayer, luego de una tercera incursión durante la mañana, sus operaciones en la ciudad palestina de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza. Cuando, luego de tres días, los efectivos israelíes se retiraron, dejaron una marca indeleble de su paso: 8 palestinos muertos, entre ellos dos niños, y hasta 1500 sin casa, según denunció Naciones Unidas. El ejército israelí explicó que destruyó viviendas donde había túneles por los que se pasan armas de contrabando desde Egipto, además de responder al fuego que recibieron sus tropas al ingresar en la ciudad. Varios de los muertos serían milicianos armados.

Pese a las explicaciones israelíes, el desolador paisaje que se veía ayer en Rafah parecía dar razón a las denuncias de Naciones Unidas, sobre una violación flagrante del derecho internacional humanitario. Peter Hansen, jefe de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, dijo que "muchas casas fueron completamente demolidas".

El ejército israelí aseguró que destruyó tres túneles y advirtió que la operación no estaba terminada necesariamente. Fuentes militares dijeron al diario Haaretz que Israel recibió un alerta de parte palestina acerca de que por los túneles iban a pasar pronto misiles tierra-aire de tipo portátil. Estos misiles cambiarían el balance de fuerzas en el conflicto, ya que pueden derribar helicópteros y cazas hebreos, además de ser una amenaza contra la aviación civil israelí.

Un chico palestino recorre las ruinas.