| lunes, 13 de octubre de 2003 | Arafat volvió a quedarse sin premier Ahmed Qurei renunció antes de asumir, en disconformidad con las limitaciones que le impuso el presidente Ramala. - El primer ministro palestino designado, Ahmed Qurei, anunció que renunciará a su cargo, tan sólo cinco semanas después de su designación por el presidente de la Autoridad Nacional Palestinas (ANP), Yasser Arafat, al no lograr zanjar el desacuerdo entre ambos sobre el control del aparato de seguridad. El mismo motivo causó la caída del anterior premier palestino, Mahmud Abbas, el 7 de septiembre pasado.
Qurei anunció que dejará su puesto cuando expire el plazo de 30 días del gobierno de emergencia en vigor, decretado el pasado 5 de octubre por Arafat, en una conferencia de prensa en Ramala, Cisjordania. Posteriormente a esa fecha, Arafat deberá buscar un nuevo líder para dirigir al Ejecutivo palestino, tras las renuncias sucesivas de Qurei (conocido por su alias, Abú Alá) y su antecesor en el cargo, Mahmud Abbas (Abú Mazen), quien también se alejó del cargo por diferencias con el presidente de la ANP centradas en el control del aparato de seguridad.
La creación del cargo de primer ministro palestino es una de las exigencias de Estados Unidos e Israel para seguir adelante con el plan de paz internacional denominado Hoja de Ruta, elaborado por la ONU, la Unión Europea (UE), EEUU y Rusia.
El anuncio de renuncia de Qurei coincidió con el del hombre clave de su frustrado gabinete, el ministro del Interior. El designado para el cargo, Nasser Yussef, rechazó su participación en el gabinete de emergencia nombrado por decreto por Arafat, en una declaración dada a conocer ayer en Gaza. El ex jefe de la policía afirmó en el comunicado que rechaza la formación de un gobierno que no se encuentre bajo control del Parlamento.
Arafat rechazaba la designación de Yussef, pese a que originalmente había sido nombrado por él mismo.
La mayoría de los diputados palestinos bloqueó el jueves una votación en ese sentido, ya que rechazan el estado de emergencia declarado por Arafat un día después del atentado suicida en la ciudad israelí de Haifa, en el que murieron 20 personas.
Arafat no cedió poderes Como ya ocurriera con el fallido gobierno de Abbas, y de su ministro de Seguridad, Mohammed Dahlán, el control de la media docena de servicios de seguridad e inteligencia que tienen los palestinos fue el motivo de fondo de la disputa con Arafat. Este se niega a perder el control, que en el diseño que finalmente desechó Qurei, volvía a quedar en manos de Arafat.
Con un gabinete sin aval parlamentario y sin poder efectivo sobre el aparato de seguridad, Qurei iba a recibir todas las críticas internacionales ante un eventual nuevo gran atentado como el de Haifa sin poder hacer nada contra las milicias de Hamas, Yihad Islámica y las Brigadas de Al Aqsa, responsables por los atentados suicidas contra Israel. Durante meses, Abbas y Dahlán trataron de negociar con las milicias un alto el fuego que duró apenas tres semanas. Nunca tuvieron el control real de la policía y los servicios de inteligencia palestinos, por lo que cada vez que deseaban lanzar una operación contra las facciones armadas debían pedir a Arafat que actuara. Qurei vio que se encontraría en una situación similar, sino idéntica, y decidió no aceptar las condiciones impuestas por el presidente de la Autoridad Palestina.Es un enigma cómo seguirá ahora el cuadro político palestino: Arafat se ha salido con la suya en hacer fracasar a los dos premier, una figura que nunca quiso y que debió aceptar contra su voluntad, pero es obvio que la Autoridad Palestina quedará aislada incluso de sus aliados -Europa y Egipto, entre otros- si no deja gobernar a otro que no sea él o un mero delegado suyo. enviar nota por e-mail | | |