| domingo, 12 de octubre de 2003 | Una vez más en el ojo de la tormenta No es la primera vez que tanto la actividad del frigorífico Finlar como la del propio concejal Oscar Larrauri aparecen en el medio de alguna polémica. En su momento el gobierno comunal de Andino constató -por pedido de varios vecinos- que del frigorífico se arrojaban "líquidos extraños" al río Carcarañá. También la propia comuna advirtió que del alumbrado público ingresaba un cable al interior del establecimiento cárnico, en lo que popularmente se conoce como enganche.
Fue precisamente con la comuna de Andino con la que Finlar mantuvo una sostenida polémica que llegó a los estrados judiciales, cuando la comuna reclamó el pago de impuestos y la tasa de abasto por cabeza de ganado, que en su momento, y por decisión unilateral, el frigorífico dejó de pagar. Un acuerdo extrajudicial que se llevó a cabo el año pasado evitó un fallo condenatorio para la empresa del concejal.
Pero además durante 1999 los senadores de la extinta Alianza realizaron un pedido de informes al Ejecutivo provincial, para que tanto Bromatología como el Senasa detallen sobre inspecciones realizadas en los sistemas de engorde de ganado conocidos como Feed Lot, ya que los legisladores tenían la íntima convicción de que en uno de los procedimientos se habían detectado en la alimentación de los bovinos, harinas de carnes y un anabólico -el clembuterol-, que es considerado nocivo para la salud humana, y de lo cual misteriosamente nunca se dio una explicación. Si bien en el pedido de informes no se hace mención a firma alguna, no son pocas las miradas que en ese momento apuntaron hacia este lugar. enviar nota por e-mail | | |